1282. 16 de diciembre. En la iglesia de Fresne. "No te inquietes. Esas cosas en las cuales tú no puedes hacer nada, no son de tu incumbencia, sino de la Mía. Encomiéndamelas y eso es todo. Es preciso que no te falten oportunidades de ejercitar la confianza y vosotros no sabéis cuanto aprecio Yo la confianza infantil de Mis hijos. Esos son los momentos en que podéis mostrar que sois pequeños y a Mí Me dan la oportunidad de cuidar de vosotros, como el esposo que cuida de la mujer que ama; esa mujer que es un ser débil y necesitado de amor y de apoyo.
"Nada de lo que te pasa es en vano. No estás en el error, sino solamente en una noche de
penumbras en que la Fe va como a tientas. Así lo he querido Yo. Arrójate en Mis brazos. Haz
continuas afirmaciones de Fe, de Esperanza y de Amor y abandónate a Mí.
"La pequeña hostia que está en el tabernáculo puede contenerlo todo... El Niño Jesús de la
Navidad lo comprende todo. Y se acerca. Guarda para El un arrebato de alegría y con esto Le
darás las gracias. Entre tu corazón y el Mío hay un vínculo hecho para unirnos, para fundirnos.
¡Qué maravilla la fusión de los corazones! Pero esto depende de ti. ¿Lo quieres? Yo por Mi parte, estoy dispuesto desde hace mucho tiempo... Al menos, ¿Me crees?"
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.