1379. 29 de junio. Hora Santa.
Comprende que servirme como instrumento es una Gracia muy escogida, de la cual hay que darme un amoroso agradecimiento. Esto es sencillo, pues tú obras para Mí, que Soy el Amor.
Yo: Señor, es difícil.
El: Todo depende de cómo lo mires. Mírame como el Amor y tu corazón se derretirá; encontrarás cien maneras distintas de amarme, fuertes y tiernas, por sacrificios o por simples anhelos, por silencios contemplativos o por charlas del corazón. Y que todo vaya enderezado a ayudarme a salvar al Mundo. ¿Quieres ser 'salvadora' juntamente conmigo?
Yo tengo necesidad de vuestras penas y fatigas, pero Me hacen también falta vuestras alegrías. Ofrécemelas. Necesito toda tu vida. Ya lo verás, no es demasiado largo y si al principio te hiciste algunas reservas personales por ignorancia o egoísmo, repara eso ahora entregándote a Mí con la totalidad con que respiras. Aspira sin cesar a Dios. Busca menos parecer que desaparecer en Mí. Despréndete de ti misma y de todas las cosas y así, desnuda de todo, ¡ven!
Pero ven con grande alegría, como quisieras morir. Y no creas que pierdes tu tiempo dete-niéndote a amarme, contemplarme y adorarme, llamándome tú. Esto es lo que se llama 'hacer oración' y es algo que sobrepasa en dignidad toda otra ocupación.
No hacerlo sería como faltar a una cita o como llegar con retraso. Yo Soy siempre el que llega
primero. Cuando tú Me buscas, Yo estoy ahí y no podría no estarlo, porque te amo. Pero esto no lo puedes comprender. Pide Amor para amarme con El y Me consolarás. ¡Tú no pides lo suficiente! Pide sin cesar para hacerme feliz, para que Yo sienta tu confianza, para decirme y repetirme que quieres ser mejor. Quiero encerrar tu pobrecito corazón en el Mío."
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.