799. 3 de diciembre. "Ves esa gran puerta hecha de hierro y de madera gruesa? ¡Qué pesada es! Es una puerta hecha con el miedo y la desconfianza que tiene el alma. ¿Cómo podría Yo entrar a través de semejante puerta? ¡Oh, vosotros todos, Mis íntimos! Tened una gran confianza en Mi riqueza de Amor. Entonces Yo Me precipitaré en vosotros con aquello que es vuestro deseo; porque entonces seréis para Mí irresistibles."
800. Yo charlaba con alguien sobre casullas. "Allá en el frente, o allá en África estaré
contento si tengo ornamentos confeccionados por Mi pequeña hija. ¿No has visto lo orgulloso y contento que se muestra un padre cuando uso de sus hijitos le da algo? Posiblemente no estará muy bien hecho; podría ser algo más bonito, pero el niño trabajó en ello con todo su corazón para dar un gusto a su padre. Entonces.. . "¿No vale, acaso, más esto, que una perfección lograda sin amor?
¡Ay! Vuestra ternura es lo que Yo busco en vosotros... en vuestras obras..."
801. 4 de diciembre, después de la comunión. "Busca la perfección en todos tus actos. Al principio esto parece difícil; pero luego se entiende que en ella están todas las alegrías,
porque la alegría de poseerme trae consigo todas las otras."
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.