62. Mitad de la Cuaresma. Durante la procesión entré en una iglesia para consolarlo. Para mi sorpresa, en las naves vacías se escuchaban las voces del órgano. Un artista se aprovechaba de la soledad para estudiar. Había en ello una solemnidad inefable. Jesús me dijo simplemente: "Te estaba esperando".
63. Mírame en los otros, y esto te ayudará a ser más humilde".
64, 6 de marzo de 1937. Le Havre. Como prueba de la verdad de las palabras que me dice, Jesús permitió que en el confesionario el señor Cura A., de San Francisco, me repitiera Sus mismos términos: "Comenzar desde ahora el Cielo. Vivir en familia con El. Vea usted a Cristo en su prójimo."