1358. 2 de marzo de 1944.
Yo: ¡Mi pobrecillo Amor!
El: Sí, Pobre. Pobre de vuestros amores, tan raros y tan imperfectos. ¡Qué fácil es contar el número de los que en este momento Me aman sobre la Tierra lo suficiente como para dejarlo todo por Mí! Y si considero el número de los hombres, Me siento tan pobre y abandonado como durante Mi Vida mortal: no tengo sino un pequeño grupo de íntimos...
Procura, hija, venir al socorro de esta Pobreza de Mi Corazón. Trata de compartir y de proveer. Se Me conoce tan mal... ¿Cuántos son los que creen que Soy tierno? ¿Cuántos son los que piensan en Mi Misericordia?
Por eso, tú debes abandonarte a ti misma y pasar a Mí. Dime que es difícil, pero que cuentas con Mi ayuda. Y cuando cuentas conmigo, es porque ya estoy ahí. Si esperas en Mí, puedes, llegar a una alta santidad; en cambio, cuando cuentas con tus propias fuerzas es cuando vegetas en tu miseria ordinaria. Esta confianza es un homenaje a Dios y para ti, una prueba de humildad.
Dices bien cuando Me llamas 'tu Pobre Amor...' En la hora de Mi Agonía Me acompañaban tres de los Míos; pero el sueño Me los robó. A la hora de Mi Crucifixión, ya no tenía Yo sino a uno solo de Mis discípulos y, sin embargo, todos Me habían recibido en la Comunión. Tú, sé fiel y trata de consolarme. Colócate entre Mí y ellos y ruega al calor de Mi Corazón que incendie al Mundo.
Aguardo plegarias para obrar conversiones y cambiar los espíritus. No temas orar mucho. Ora en la simplicidad de tu alma, segura de ser escuchada, esperada y amada. Uno se siente siempre más fuerte cuando sabe que es amado. ¿No es verdad que esto cambia el lenguaje? ¡Oh, el más bello Amor!
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.