"Ven Espíritu Santo, y entra en mi hogar. Hoy quiero entregarte a todos mis seres queridos para que hagas en cada uno de ellos tu obra maravillosa.

Te abro las puertas de mi familia. Entra, y derrama amor para que sepamos vivir juntos, para que aprendamos a valorarnos, a respetarnos, para que sepamos dialogar. 

Protege mi casa de todo mal con tu presencia santa, y no permitas que allí reine la tristeza, el rencor o los miedos. Derrama seguridad, confianza, serenidad y alegría, para que todos los que entren en mi casa experimenten qué bueno es vivir en tu presencia. 

Ven Espíritu Santo. 

Amén".