"Aquí estoy, Espíritu Santo,
dispuesto a ofrecerte parte de mi tiempo.
Escuché tu llamado al servicio
y estoy intentando seguir a Jesús
en esta misión que me confías.
Necesito tu compañía y
la fuerza de tu gracia.
Dame un profundo gusto por mis tareas,
un intenso fervor y una profunda alegría.
No confío en mis fuerzas
ni en mis capacidades
sino en tu constante ayuda.
Pero te ofrezco todo lo que soy,
todas mis capacidades y talentos,
mi imaginación y mi creatividad,
mi inteligencia y mis energías,
mi emotividad y mi capacidad de amor.
Quiero que todo esté al servicio de tu gloria,
para que el bien y la verdad
puedan triunfar en esta tierra.
Ven Espíritu Santo.
Amén."