"Ven Espíritu Santo. Ilumíname para que sepa decir las mejores palabras, esas que puedan hacer bien a los demás. Tómame Espíritu Santo, para que a través de mis gestos se exprese el amor de Jesús y los demás puedan crecer en la amistad que les ofreces.
Dame flexibilidad y apertura, para que me adapte con sencillez a las necesidades de los otros.
Dame un oído atento, para escuchar lo que tú me digas a través de ellos. Fecunde y reaviva los carismas que derramaste en mi vida para cumplir mi misión en el mundo.
Guíame, Espíritu Santo. No dejes que confunda el camino.
Enséñame a discernir, para que no me desgaste cuidando la apariencia o buscando fama. No dejes que ponga mi apoyo en falsas seguridades que me alejan de ti.
Toca mi interior, Espíritu Santo, para que viva de ti, para que me deje llevar por ti donde quieras, como quieras, cuando quieras. Para que mi camino me oriente siempre a ti, para que siempre esté contigo, para que sepa de verdad que sólo en ti está la fuente de la vida.
Gracias, Espíritu Santo, porque puedo participar en la construcción del Reino de Dios, y así puedo crecer en tu amor. Amén."