'Evangelizar en las redes. Misioneros digitales' ha sido la sesión que más atención ha despertado en los más de 1000 jóvenes de distintas ciudades españolas, que han venido a la Universidad CEU San Pablo para asistir al 26 Congreso Católicos y Vida Pública.

"Decir públicamente que se es católico es necesario y vivirlo en coherencia". Así comenzaba su intervención Carlos Taracena, de Misión Jatari, quien admitido cierto hartazgo por la palabra influencer.

"Lo de influencer ya no nos gusta ni a nosotros, ni al público ni al algoritmo", señaló. "Cuando una niña te dice: ¿cómo se tienen 20.000 seguidores? La respuesta es: "pues no queriéndolo, porque si tu ambición es esa, estás perdido".

Macarena Torres, la moderadora del encuentro, encargada de comunicación en Fundación Hakuna, les dijo: "Es un regalo que estéis en redes, porque sois muy normales. Y Carla va a Espejo Público, a la TV a hablar con valentía. Es todo en contraposición al influencer-ídolo que se nos viene a la cabeza". 

Carlos Taracena ha comentado que desde que comenzó a lanzar la misión en redes sociales, "me di cuenta de que estamos con una sed de verdad increíble. La gente lo necesita, abren el corazón con nosotros. La responsabilidad de llegar a los corazones es muy grande", ha expresado.

Que en redes hable de cosas que no sean Dios

Por su parte, Carla Restoy Barrero, conversa hace pocos años, ha hablado de su conversión. "El mundo tiene una gran crisis de identidad. Estamos en el mejor momento de la historia para mostrar al mundo la revelación. Nunca habían estado tan sedientos y tan poco saciados", ha asegurado. 

Mientras tanto, sus padres, que no tienen fe, le piden que en sus redes sociales hablen de "cosas que no sean Dios, igual que el fútbol, que gusta mucho pero no solo hablamos de eso". Pero, claro, Dios no es como el fútbol.

En este sentido, Restoy ha apuntado que "la fe es un don y para tú querer ese don tienes que enamorarte de la belleza que te da. Lo primero que te da la fe es esa identidad. Tienes que pedir esa fe para reconocerte como de verdad eres: hija amada de Dios".

Carlos puntualizó que los influencer reciben un trato normal cuando están en su parroquia o en su familia o en su colegio. "Tiremos del pedestal la imagen de influencers", pidió.

También detalló que "compartimos lo mejor que hemos conocido, yo soy cristiano porque no he conocido nada mejor. La gente ve que su hija cambia porque hizo Effetá, persevera, deja una relación tóxica. Y recordemos que cada seguidor de nuestras cuentas es un corazón, con una historia, no es un número".

"¿Pensará que soy rara si le digo que vengo de rezar?

Macarena admitió que a veces aún tiene "respetillo de exponerme demasiado. Pero, si no escuchan la fe de nosotros, ¿de quién la van a escuchar? En un taxi, tarde de noche, me llevaba una taxista joven. Yo dudaba: ¿le digo que vengo de rezar? ¿Pensará que soy un poco rara? Pero se lo conté, y ella me dijo: ¿te puedo pedir una cosa muy rara? Dame tu número y a lo mejor me apunto la semana que viene y voy a la oración. La misión digital es genial, y en el día a día, también".

A la hora de evangelizar, Carla insiste en que consiste sobre todo en que la gente pueda decir "mira como se aman", y en el "ven y verás". También cita "mirándole, le amó". 

"Soy una madre normal"

Irene Alonso Hidalgo es madre de diez hijos y es popular por su libro y sus cuentas de  Soy una madre normal. La gente le escribe, a veces con historias duras.

"Yo recibo multitud de mensajes cada día. No puedo leerlos todos, así que al azar elijo 50 y me leo eso. Rezo: 'Señor, que lea los que tenga que leer'". Cuando puede responde.  

Tomando una frase que se usa entre católicos en las redes, recuerda: "hay que ser más followers que influencers".

Sus redes no son directamente de evangelización, sino de estilos de vida, pero en ellas, avisa, "muestras tu vida, que si vas a la peluquería, que si vas a misa. Yo, cuando comparto algo muy católico, pierdo 200 seguidores de golpe, aunque luego vuelven. Lo que haces es mostrar como en tu vida Dios te concede paciencia, caridad, o discernimiento". También señaló que hoy la Iglesia valora a los que hablan de su fe en las redes, en lo que llaman "el continente digital". 

Como hay gente que pide ayuda a estas personas en redes, anima a "estar de cara a Dios para poder ayudar a los demás, para ello hay que formarse, es una gran responsabilidad. Estar informados y en gracia".