Por primera vez en mucho tiempo en un parlamento español, un diputado proclamó que su formación sigue la "ideología" del Evangelio, habló de "un revolucionario de hace dos mil años", citó la Biblia (con cierta confusión en el versículo) y luego leyó la oración de la paz "Donde haya odio, lleve yo la paz" que se suele atribuir a San Francisco (aunque los expertos consideran que es en realidad un texto moderno, de principios del siglo XX, véase aquí).
El hombre que ha reclamado el ideario del Evangelio como base del de pensar de su formación es el exjuez Francisco Serrano, jefe del grupo de Vox en el Parlamento andaluz, "doce diputados bisoños pero que aprenderemos rápido", admitió en su discurso. Con 400.000 votos en las pasadas elecciones andaluzas y 12 diputados, el discurso de Serrano era el primero que hacía un diputado de Vox en un parlamento... y ha sido único por su carga religiosa, algo totalmente inusual en la vida parlamentaria española, cuya clase política evita casi siempre mencionar la Biblia.
El discurso del día anterior de Juanma Moreno, del Partido Popular, que ha sido finalmente investido como presidente de Andalucía esta tarde de miércoles, no contenía, por ejemplo, ninguna alusión a nada religioso. Los votos de Vox apoyaron la investidura de Juanma Moreno después de firmar un acuerdo conjunto sobre una serie de temas, incluyendo medidas provida, profamilia y de libertad educativa.
"Un revolucionario que vivió hace más de 2.000 años"
Francisco Serrano, un rato después de haber hablado de la necesidad de apoyar a las familias, las embarazadas y de defender la vida "desde la concepción hasta la muerte natural", hizo su alegato sobre el ideario en que se sustenta Vox, según él.
"Nosotros nos basamos en la ideología -eso sí, ¡figúrense!, qué cosa tan reaccionaria- en la ideología de un revolucionario que vivió hace más de dos mil años, y que basaba toda su doctrina en el amor. San Juan 1, 3-14. ["Tres dieciséis", le dice alguien.] Tres dieciséis, correcto, tres catorce dieciseis. Un mandato de amor en el que nosotros creemos. Nosotros nos basamos en ese respeto, en esa concordia, nosotros no somos violentos, señorías", insistió
"Ustedes, por contra, tienen su base en otros revolucionarios que llaman a la lucha y al odio y tienen sobre sus espaldas a millones de muertes en Europa y en el mundo", dijo, dirigiéndose a los diputados de la izquierda radical. "Ustedes reconocen y no se avergüenzan de ser seguidores de personajes violentos, machistas y declaradamente homófobos y xenófobos como Stalin y Che Guevara. Nosotros jamás nos hemos posicionado por personas o personajes que defiendan posiciones totalitarias. nosotros estamos, y vuelvo a reiterarlo, a favor de las libertades individuales y detestamos cualquier tipo de dictadura, sea de izquierda o de derecha".
Y añadió a renglón seguido:
"Hubo otro revolucionario que vivió en el siglo XII llamado Francisco y nacido en Asís que definió perfectamente las ansias de paz y concordia que nos animan y que dijo:
- donde hay odio, que yo lleve el amor
- donde hay ofensa, que yo lleve el perdón
- donde hay discordia, que yo lleve la unión
- donde hay duda, que yo lleve la fe
- donde hay error, que yo lleve la verdad
- donde hay desesperación, que yo lleve la esperanza
- donde hay tristeza, que yo lleve la alegría
- donde están las tinieblas, que yo lleve la luz"
"Figúrense qué cosa tan reaccionaria y fascista, hablar de estas cosas desde este parlamento. Eso es lo que nosotros queremos, señoría. Nosotros somos gente de orden, creemos en la ley, en la paz, en la luz, la alegría... "
En ese momento, la presidenta del Parlamento le interrumpió para pedir silencio a los diputados que murmuraban sin cesar. "Señorías, de verdad, les ruego por favor que tengan un poco de respeto a la persona interviniente, que luego cada uno tendrá su tiempo de intervención".
Pero, ¿qué versículo citó en realidad?
Nadie duda de que Serrano, que es hombre culto y vive su fe católica en el Camino Neocatecumenal, conoce bastante bien la Biblia, pero al citar el versículo quizá se confundió con la numeración que tenía apuntada en el discurso. Dijo textualmente "San Juan 1, 3-14"; pero sería extraño, puesto que se trataría de 11 versículos del prólogo del Evangelio de Juan, que acaban así: "el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y vimos su gloria de Unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad".
Pero es más probable, ya que hablaba de "mandato", que quisiera decir Juan 13,34: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros".
O quizá (menos probable, pero tendría sentido hablando de política) a 1 Juan 3,14: "En esto hemos conocido el amor, en que Él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos".
Y el versículo que alguien le indicó y que es muy famoso y conocido era Juan 3,16: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna".
De los cuatro versículos candidatos, tres hablan del amor, tres hablan de Cristo, y sólo uno es un mandato directo de Jesús, el mandamiento "que os améis como yo os he amado". No es mala aportación a la política.