Parece que la ruptura entre las monjas clarisas de Belorado, diez de ellas excomulgadas, y el obispo Pablo de Rojas no ha sido del todo amistosa. Es lo que, al menos, asegura uno de los protagonistas en una reciente entrevista publicada por el portal Burgos Conecta.
¿Qué pasó realmente entre la noche del domingo 23 y el martes 25 de junio en el interior del convento de Belorado, que trajo como consecuencia la salida del obispo de Rojas? Mientras que las monjas han dado su versión, apartándose del obispo y de su ayudante. La versión de Pablo de Rojas se conoce ahora.
Simpatía "arrepentida" por Viganó
"Yo me encuentro en Bilbao y don José está en Alar del Rey. Tanto don José como yo mismo hemos asumido con normalidad esta salida. Con total normalidad", comenta de Rojas, y, añade, "actualmente no hay ningún vínculo de ellas con la Pía Unión. Es decir, ellas han roto esa vinculación que tenían con la Pía Unión. La Pía Unión de San Pablo Apóstol no está atendiendo a las monjas".
"Es una decisión tomada de mutuo acuerdo, se puede decir. La ruptura es irreversible. Y no volveremos", explica el obispo, también excomulgado en su día por monseñor Iceta. A la pregunta sobre una supuesta vinculación entre las monjas y el obispo Viganó –en un proceso canónico acusado de cisma–, asegura: "Ellas han expresado en sus redes sociales su simpatía por él. Pero han borrado de las redes sociales lo que han publicado. Se declaran libres ahora".
En todo caso, y al menor por el momento, según señala Burgos Conecta, desde Bilbao De Rojas "sigue atendiendo las redes sociales de las mujeres enclaustradas, pese a que no tiene nada que ver ya con ellas".