María Sevilla, ex presidenta de la asociación Infancia Libre, se fugó y ocultó con su hijo a inicios de 2017, cuando vio que una sentencia otorgaba la custodia al padre. Se escondió 11 meses sin escolarizarlo hasta que la Policía la localizó en marzo de 2019 en una finca aislada de Villar de Cañas (Cuenca). Fue juzgada y en enero de 2022 la Audiencia Provincial de Madrid confirmó su condena: 2 años y 4 meses de cárcel por sustracción de menores, y pérdida de la patria potestad durante cuatro años.
Con ruedas de prensa y agitación mediática, en febrero 168 asociaciones feministas pidieron al Gobierno (de socialistas y Podemos) un indulto, que parece que ahora está a punto de llegar: sería un indulto parcial, pero suficiente para sacarla de la cárcel. Lo impulsa la Fiscalía.
Las asociaciones que pedían el indulto incluyen a Mujeres Juristas Themis, Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Federación de Mujeres Progresistas o Federación de Asociaciones de Mujeres y Menores resilientes de la violencia de género, entre otras. Muchas son afines al PSOE, otras a Podemos.
Parte del discurso de estas asociaciones quedaba evidenciado en abril de 2022, durante la presentación de Beatriz Gimeno, activista LGTB muy anticlerical y diputada autonómica de Podemos desde 2015. El libro se titula 'Misoginia judicial', y viene a decir que cuando los jueces no dan la razón a la mujer en un juicio por custodia o con acusación de violencia o maltratos, es que son misóginos. Presentó el libro Isa Serra, asesora del Ministerio de Igualdad y portavoz nacional de Podemos (que tiene una condena por delito de atentado y lesiones leves en una protesta antidesahucios, recuerda OKDiario).
Ambas ponían a Infancia Libre como ejemplo de mujeres "absolutamente desatendidas, desamparadas, por parte de las instituciones", víctimas de jueces "misóginos" y de "violencia institucional" de los poderes del Estado. Consideraban «absolutamente kafkiano» que esté privada de libertad María Sevilla, juzgada por haberse fugado con su hijo sin tener la custodia. Diversas activistas y políticas de Podemos habían acudido con María Sevilla y otras representantes de su asociación a actos reivindicativos.
Lo que dice el hijo
Ahora Quico Alsedo, del diario El Mundo, ha difundido algunas declaraciones del hijo de María Sevilla, que ya tiene 15 años. Las ha obtenido a través de "documentos", al parecer parte de declaraciones ante organismos supervisores en los últimos meses. Pasó 11 meses encerrado en una casa de campo (la Policía declaró que no salía al amplio jardín), sin amigos, sin juegos y sin ir a clase. Y ahora, en alguna ocasión que ha accedido a ver a su madre, le duele que a ella sólo le interese ponerlo contra su padre.
«Me da miedo mi madre». «Es mentira lo que dijo de que mi padre me pegó». «No me gustó que me llamara retrasado». «Con ella vivía como en una cárcel, sin amigos y sin estudiar». «No quiero que siga peleando por mí porque estoy bien con mi padre». «Lo que quiere mi madre es hacer daño a mi padre, pero no se da cuenta de que me hace daño a mí». Esas son las frases que destaca el periódico.
En un documento de noviembre de 2020, ante un juzgado de familia declaró: «Mi madre me dijo que me llevaba porque mi padre me había pegado [...]. Es mentira lo que dice mi madre, porque mi padre no me ha pegado [...]. Antes vivía con mi madre y pensaba que estaba bien, pero ahora, con mi padre, veo que yo no estaba bien. Estaba como en una cárcel, sin amigos y sin estudiar. Lo que me ha dicho mi madre es mentira. Lo que quiere mi madre es hacer daño a mi padre, pero no se da cuenta de que así me hace daño a mí».
Charlando con una orientadora, el chico explica su inquietud por que «me quite a mi hermana de mi lado». La niña es hija de otro hombre. Sigue: «Me gustaría que dejase de luchar por mí, porque estoy bien con mi padre». "Ella me daba clase, decía que no era profesora pero sí la más lista de la clase", ha declarado el chico en sede judicial. El muchacho hoy va a un colegio en Estepona (Málaga), su orientadora dice que está bien integrado, muy querido, con amigos y ganas de hacer atletismo y tenis. También el director del colegio.
María Sevilla aseguró siempre que su hijo tenía alergias infantiles, discapacidad mental y que sufrió abusos de su padre. Los abusos nunca se demostraron, la discapacidad se reconoció en su primera infancia pero luego se retiró, y sigue clases con normalidad. Tiene alguna dificultad por el año que estuvo sin escolarizar. Según El Mundo, cuando la Policía le rescató, tenía 11 años y dificultades para escribir.
En octubre pasado, según auto del día 21, el juez decidió que el chico siguiera viviendo con su padre y desatendió la petición de Sevilla, que pide que se haga cargo de él su madre, la abuela materna. El juez atiende al criterio del chaval, ya de 15 años y que cuenta que «no quiere que la custodia la tenga su abuela» y que «quiere que su madre deje de hacerle daño a él y a su padre», en referencia a las denuncias contra Rafael Marcos, sobreseídas y archivadas», dice el auto.
El magistrado, que acoge también la declaración del director del colegio del chico, que refiere un comportamiento totalmente normal, desbarata el argumento principal de Sevilla para alejar al hijo del padre: un informe psicológico hecho por un perito que quería ratificar abusos sexuales del padre... aunque admitía que no había hablado ni reconocido al chico y que se basaba solo en informaciones de la madre.
María Sevilla, con pelo rubio y en el centro, en una reivindicación con Ivone Belarra, de Podemos, y otras activistas (foto de ABC).
¿Un indulto por presión política feminista?
En el diario ABC habla el padre del chaval, Rafael Marcos, expareja de María Sevilla. Le asombra que sea la Fiscalía quien pida el indulto al Gobierno.
«Me ha sorprendido. Parece que sale gratis haber secuestrado a mi hijo. Parece que sale gratis todo el daño que le ha hecho a nivel psicológico y académico. Me sorprende mucho», lamentaba.
Sospechaba que habría indulto por razones políticas. «Por desgracia, creo que el Gobierno la indultará. Es un tema político, no podemos hacer nada más», señala. «Si no la indultan se les caería el discurso que tienen, sobre todo el Ministerio de Igualdad», lamenta.
Explica que el chico acudió a una reunión con la madre en octubre de 2020, la primera en mucho tiempo, que debía durar 2 horas pero duró 15 minutos porque él pidió salir. Según el padre, ella «le empezó a registrar y a decirle que si yo le había puesto una grabadora. El niño se sintió súper incómodo y le dijo que le dejara, pero ella siguió y le empezó a decir cosas de mí, hasta que el niño dijo que no quería seguir con la visita», explica. El personal del punto de encuentro hizo venir al padre.
Fue también la última vez que el chico pudo ver a su hermana pequeña. «Decía que tenía miedo a que su madre no le dejara ver a su hermana, y es lo que está haciendo ahora. Sabe que su madre va a jugar con eso para intentar chantajearle», exponía el padre en ABC.
Con 15 años, ha querido saber más sobre lo que pasó entre sus padres. «Él dice que su madre nunca le ha querido contar y siempre le había dicho que yo no había luchado por él. Cuando le enseñé todas las denuncias de las veces que había ido a buscarle vio la diferencia de lo que le habían contado a la realidad», dice.
La Fiscalía Provincial de Madrid señala al juzgado que apoya el indulto por ser el primer delito de la mujer, porque pagó la multa asignada, acudió voluntariamente a prisión y "para no perjudicar las relaciones materno-filiales con su hija". Pero la Fiscalía señala que es cierto que «no se objetiva por parte de la penada un arrepentimiento» y que ella es contumaz "en impedir la relación entre padre e hijo, y en desoír las resoluciones judiciales que la obligaban a facilitar y reestablecer dicha relación».
Infancia Libre: una sentencia negó que impulsara el huir con menores
En enero de 2020 la Fiscalía Provincial de Madrid archivó una causa que investigaba si Infancia Libre, como asociación, actuaba para favorecer la sustracción de menores. La Fiscalía aseguró que no se pudo probar una conexión "directa" de varias mujeres que interpusieran denuncias falsas contra los padres de sus hijos. Muchos de los litigios estudiados eran anteriores o posteriores a la época de funcionamiento de la asociación. El caso concreto probado de María Sevilla era solo uno.
La investigación examinó varias madres denunciantes, 3 profesionales médicos y 2 abogados a los que se acusaba de formar parte de un entramado. De hecho, el 19 de julio habían sido detenidas 3 mujeres de la asociación asesoradas por estos abogados. Sin embargo la investigación consideró que la asociación en sí no se creó con ese fin.