El 17 de mayo, la Universidad Francisco de Vitoria clausuró el primer curso de Asesoría Financiera para Entidades Religiosas y del Tercer Sector. El programa, desarrollado por el Banco Sabadell en colaboración con la Universidad, busca ampliar los conocimientos de quienes desean dedicarse o profundizar en el ámbito de la gestión de instituciones.
El programa de Asesoría Financiera ha contado en su primera edición con 577 estudiantes matriculados, 300 de ellos administradores y ecónomos de instituciones de la Iglesia.
El evento fue presidido por Santiago José Portas Alés, director de Instituciones Religiosas y Tercer Sector del Banco Sabadell; y el Vicesecretario de la Conferencia Episcopal Española, Carlos López Segovia.
Contó con la presencia de José Luis Montesino Espartero, director de Negocios Institucionales del Banco y moderado por el director de la Escuela de Postgrado y Formación Permanente, Félix Suárez.
El vicesecretario de la Conferencia Episcopal Española, el sacerdote Carlos López Segovia habló sobre «La diversidad estructural y organizativa de las entidades de la Iglesia católica».
Las finanzas, “una vía de evangelización”
Tras agradecer la labor del alumnado y del personal docente, el directivo de banco Sabadell abogó por la necesidad de “unas finanzas orientadas al bien común”, que han sido promovidas en el curso.
“No solamente han tratado cuestiones de carácter fiscal, también han quedado impregnados de la Doctrina Social de la Iglesia, siendo, desde el ámbito de las finanzas, una vía de evangelización”.
La Iglesia, “mucho más allá” de la empresa
Por su parte, el vicesecretario de la Conferencia Episcopal Española destacó las “más de 14.000 entidades religiosas, casi 23.000 suscripciones territoriales y miles de asociaciones de inspiración cristiana” que conforman la realizad organizativa de la Iglesia. “Algo que va mucho más allá” de una empresa, remarcó.
Esta “pluralidad”, explicó, “no se agota en el lenguaje binario al que estamos acostumbrados” y es necesario comprenderla. “Conocer la propia organización jurídica de la Iglesia nos permite servir mejor y como cristianos revindicar el derecho a organizarnos como un pueblo de fieles cristianos bautizados”.