El Juzgado de Instrucción número 1 de Barbastro ha ordenado este miércoles la “inmediata devolución” de los 111 bienes de las parroquias de la diócesis de Barbastro-Monzón que se encuentran en estos momentos en Lérida.
Tal y como ha dado conocer el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Huesca contra la sentencia, aunque el abogado de la diócesis de Barbastro ya anunció que si el fallo era favorable pedirían la ejecución provisional de estas devoluciones.
La sentencia estima íntegramente la demanda presentada por el obispado de Barbastro-Monzón, en representación de las 43 parroquias de la zona oriental, y desestima en su totalidad las demandas presentadas por el Obispado de Lérida y por el Consorcio del Museo de la localidad.
Propiedad de las parroquias aragonesas
En esta sentencia, cuyo juicio se celebró el pasado mayo, el juez afirma “que los bienes reseñados (en el hecho primero de la demanda principal) son propiedad de cada una de las parroquias de las que proceden y que deben ser devueltos de forma inmediata, a cada una de ellas, por mediación del Obispado de Barbastro-Monzón en su sede social”.
Tras la presentación de la demanda, el Obispado de Lérida ya reconoció que 28 obras eran propiedad del Obispado de Barbastro-Monzón pero mantuvo que las restantes eran de su propiedad ya que habían sido adquiridas mediante usucapión.
Igualmente, el Consorcio del Museo de Lérida reconoció la propiedad del Obispado de Barbastro Monzón sobre 28 de las 111 piezas pero no sobre las 83 restantes y en su escrito solicitaba además que, de estimarse la demanda presentada por el obispado oscense, éste se hiciera cargo de los gastos de conservación de los bienes.
El obispo, satisfecho
Por su parte, el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, ha mostrado su “satisfacción” por la sentencia, “sobre todo por haber podido defender a los más débiles, a esos cuarenta y tres pueblos a los que todavía les tienen retenido su patrimonio”.
Tal y como recoge Ecclesia, Pérez Pueyo ha transmitido que su objetivo ha sido siempre “buscar la verdad como pastor, una vez que nos habían dado la razón por vía canónica necesitábamos este reconocimiento judicial. Esta sentencia nos da mucha paz”.
No obstante, el obispo de Barbastro, en la línea de su actitud de todos estos meses, ha querido mostrar su colaboración y cariño con la “diócesis hermana” de Lérida.
“Seguimos apostando por la colaboración y comunión entre las dos diócesis. De la misma forma que tendí la mano cuando llegué, vuelvo a ofrecerla. Tenemos el reto de revitalizar la España vaciada, despoblación y vejez que vivimos en Aragón oriental y, precisamente debemos aprovechar nuestro patrimonio como elemento de dinamización y volver a la raíces, a nuestra fe, en definitiva a la fe en Jesucristo”, ha agregado.