Tras las quejas de las diócesis de Castilla y León, la última el Miércoles de Ceniza por parte del cardenal Blázquez, finalmente la Junta de Castilla y León ha retirado su arbitraría medida de limitar a un máximo de 25 personas la presencia en los espacios de culto.
El presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco firmó este este jueves esta suspensión y el establecimiento de un tercio del aforo en las iglesias, equiparándolo así a cines o teatros, lo que suponía una grave discriminación para los católicos.
El obispo auxiliar de Valladolid y secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Argüello, ha recibido con alegría la decisión de la administración regional de eliminar el numerus clausus. “Comprendemos el esfuerzo que desde la Junta de Castilla y León se quiere realizar por evitar que la pandemia se extienda pero nos parecía un criterio excesivo y quizá discriminatorio conforme a otros ámbitos también cerrados”, ha afirmado.
Llamamiento a volver a las iglesias
Asimismo ha hecho un llamamiento a participar “en la Eucaristía y en otros encuentros de la vida parroquial o comunitaria, respetando siempre todos los criterios de distancia, de mascarillas, de no aglomerarse en las entradas y salidas para que todos contribuyamos a que el coronavirus no se extienda”.
Por otro lado, señalaba que “queremos dejar esto atrás y mirar hacia adelante y colaborar por este bien común de la salud y evitar la transmisión de la pandemia. Esperamos que las propuestas de solicitud de sanción a templos, por ejemplo a San Benito en Valladolid, se resuelvan de la mejor manera posible para generar un ambiente propicio para la colaboración, la vivencia de la fe y a que la pandemia no se extienda”.
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