El Nuncio del Papa en España, el filipino Bernardito Auza, está a punto de cumplir 4 años en España. Se ha dirigido a los obispos reunidos en la 23ª asamblea plenaria de Conferencia Episcopal, que llega apenas unos pocos días después de confirmarse que el socialista Pedro Sánchez -que en las elecciones obtuvo el 31% de los votos- gobernará España bajo la tutela de grupos de extrema izquierda, nacionalistas e independentistas, y el enfado de los votantes de derecha.
El Nuncio, en su discurso a los obispos, recordó que representa al Papa Francisco. Empezó alabando el esfuerzo de la Iglesia española por defender "la dignidad de la persona creada a imagen y semejanza de Dios", y el primer tema concreto que mencionó fue el aborto en España, que, recordó, ha crecido un 9% en 2022 respecto a 2021, "un total de 98.316", detalló.
El segundo reto concreto que mencionó fue la pobreza en España, usando datos de Cáritas: "1 de cada 4 personas en España está en situación de exclusión, unos 11 millones de personas; una de cada tres personas tiene ingresos suficientes para vivir dignamente".
Sobre la "entrada masiva de inmigrantes", recordó que el Papa hace unos días agradeció a las dos diócesis de las islas Canarias su esfuerzo atendiendo migrantes en emergencia en las islas. "Para los que creen, actúan y viven en el amor de Dios, [acoger] es un acto a la vez humanitario y divino, humano y espiritual, así como un acto de amor hacia el próximo y hacia Dios, porque, el Señor dice solemnemente: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis, y “cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo» (Mat. 25: 40, 45), detalló el Nuncio.
Saludo del Nuncio Apostólico en España en la 123ª Asamblea Plenaria
El cardenal Newman y Edith Stein
Luego el Nuncio quiso hablar de dos santos (ninguno español) a los que muchos piden que se les declare Doctores de la Iglesia, San John Henry Newman (que fue converso del anglicanismo en el s.XIX) y Santa Teresa Benedicta de la Cruz (la filósofa Edith Stein, judía atea en su juventud). Auza considera que "ambos santos ayudan al hombre de hoy" en "sus vacilaciones". Recordó que Edith Stein se convirtió leyendo a Santa Teresa de Ávila y se hizo carmelita y que Juan Pablo II la valora por su teología de la Cruz.
Del santo cardenal Newman, alaba su trabajo sobre la conciencia y la educación, y los halagos de Benedicto XVI a su teología: "Este personalismo no representa ninguna concesión al individualismo… la libertad de conciencia… no se identifica, de hecho, con el derecho de “dispensarse de la conciencia, de ignorar al Legislador y Juez, y de ser independientes de los deberes invisibles", explicaba Benedicto XVI.
Educar la conciencia y a los niños
Y citando a Newman: "La conciencia tiene unos derechos porque tiene unos deberes", entre ellos, el deber de buscar la verdad. Y la Iglesia, añade el Nuncio, tiene "el deber de la Iglesia de orientar la conciencia hacia la verdad", lo que, según él, "se llama educación". Así, dijo, "tenemos la grave responsabilidad de cuidar la educación en la fe de nuestros niños y jóvenes, y todos nuestros fieles, para que, con recta consciencia, abracen y transmitan la fe con fidelidad, inteligencia y alegría.
Recordó que la Iglesia española en febrero de 2024 organiza un congreso sobre educación y que ofrece sus escuelas para "todos aquellos que lo deseen, para que puedan educar a sus hijos conforme a sus convicciones. La escuela católica, por tanto, sigue hoy prestando un servicio inestimable, no sólo a la Iglesia, sino también a la sociedad".
Sobre evangelización, valoró el "encuentro nacional de laicos sobre el primer anuncio y la puesta en marcha del proyecto marco de pastoral de la juventud – todo conducido a la participación y responsabilidad del laico en la tarea evangelizadora".
Mientras que Omella criticó el mal uso del sondeo de GAD3 sobre abusos, el Nuncio no criticó nada del informe. Consideró "valiosas" (como los obispos y congregaciones) las recomendaciones del Informe, "constatando también que, en buena medida, son convergentes con otras propuestas trabajadas en el seno a la Iglesia ya desde hace tiempo", y asegura que estas propuestas "serán examinadas con más profundidad, en colaboración con todas las instituciones y todas las personas de buena voluntad".
Sin mencionar las protestas y malestar en las calles contra el Gobierno de Pedro Sánchez y sus aliados de extrema izquierda e independentistas, el Nuncio agradeció el trabajo de los obispos "por asegurar su contribución a mantener la bienquerencia, la concordia y la convivencia en paz, en servicio de todos los españoles. Confío que ustedes y sus colaboradores sabrán acompañar cada situación con sabiduría, prudencia y solicitud".
Finalizó recordando "la ayuda a los países que sufren la guerra" y expresando oración "por las víctimas de la violencia en Israel y Palestina, y en la vecina Ucrania" (quizá, viniendo de las remotas Filipinas, Ucrania, en la otra punta de Europa, le parece cercana).