En El Diario de Jerez, el obispo José Mazuelos Pérez, ha hablado con el periodista Manuel Sotelino sobre la Navidad y el laicismo, el final del bipartidismo en España y las novedades en la intensa vida cofrade de esta diócesis andaluza de 540.000 habitantes (diocesisdejerez.org). Las fotos son de Vanesa Lobo.
-Estamos en tiempo de Navidad ¿Cómo la vive el obispo?
-Es un tiempo para vivirlo en familia. También es un tiempo de añoranza. De recuerdos de aquellas Navidades con la mirada de un niño. Gracias a Dios todo esto se ha ido conservando a la vez que también es un tiempo de contemplación. Hay como dos partes de la Navidad para el obispo. Por un lado, una primera hasta el día de la Sagrada Familia y después siempre me retiro para vivir la entrada del año en Osuna. Después me marcho unos días a Gredos. Allí me voy a reflexionar y descansar hasta Reyes.
-¿Le gusta cómo celebra la Navidad Jerez?
-Por supuesto. Quizá en otros lugares se ha desacralizado la Navidad pero en Jerez es distinto. Con las zambombas y con la tradición de los belenistas. Conservamos todavía la esencia.
-Pero también en esta tierra se vive cada vez de una forma más secularizada.
-Yo no hago ese balance. Es cierto que la secularización es como una carcoma que nos roe. Pero dentro de este fenómeno, lo importante es que haya respeto y te dejen vivir tus tradiciones. Que aquellos que no quieran entrar en esa desecularización no sean excluidos. Hay una gran mayoría que hace referencia a la Navidad como la Encarnación de nuestro Dios. No podemos dejar que esa corriente se imponga en un nacional agnosticismo. Tampoco deseo que los agnósticos se pongan a cantar villancicos. No se puede relativizar todo. La Navidad la marca nuestra cultura que está hasta en los sentidos. En el gusto, en el tacto, el oído… La dimensión social del ser humano es algo esencial frente a un mundo anglosajón que quiere imponer este nacional agnosticismo del que le hablaba. En definitiva un individualismo radical con el que nuestra cultura no se siente reflejada.
-Permítame que ahonde más en este asunto ¿Hay una evolución peligrosa y demasiado rápida hacia ese agnosticismo?
-Meter estos esquemas maniqueos no nos lleva a nada. No soy ciego y lo veo. Pero me gusta más observar lo positivo que es lo que enamora. Por eso vienen muchas personas a Jerez a vivir esta Navidad única en el que todo se comparte. Es cierto que podemos meternos en el consumismo, pero hay que resaltar la generosidad y todos los valores de estas fiestas donde siempre se mira a los más necesitados.
-Una Navidad con pasos en la calle.
-Coincide con la celebración de la Patrona de la Diócesis. En cualquier caso en la festividad ha habido de todo un poco. Un año vinieron los restos de don Rafael Bellido Caro. Otro se hizo una vigilia de jóvenes. Después vino el Perpetuo Socorro y después la Amargura. Este año una bendición de una imagen muy bella. El año que viene será la Concepción. Todo se irá viendo año a año. No veo inconveniente en que lo hagamos así.
-La plataforma laicista de Jerez hace una crítica al Ayuntamiento por algunas ayudas a la Iglesia.
-La Iglesia es una institución sin ánimo de lucro. El Ayuntamiento debe de colaborar con todas las instituciones que buscan el bien común. A la plataforma laicista la invitaría a que viniera a ver lo que hacemos en la Iglesia diocesana. Que vea la labor del comedor del Salvador, que vaya a Cáritas, a los programas de rehabilitación y a los proyectos de integración. Que venga al hogar San Juan, que también se acerquen a la pastoral penitenciaria que estamos haciendo. En cierta forma les pido que vengan a colaborar con nosotros. En los últimos diez años, la administración ha dado a la Iglesia diocesana cuatro millones de euros. Poco, si tenemos en cuenta el patrimonio que mantiene la Iglesia. Dos de ellos fueron destinados a Santiago. Sin embargo, los católicos han dado en estos diez años veintidós millones sin contar a las cofradías. Por tanto, les pido que se planteen si en nombre de la democracia lo que quieren es imponernos un nacionalagnosticismo al resto de la sociedad. Pido un poco de respeto para los católicos. Desde la Iglesia hay un exquisito respeto por todas estas corrientes; también demandamos ese respeto para nosotros.
-El antiguo convento de Madre de Dios ya ha entrado a formar parte de la Diócesis.
-Sí. Ha sido una cesión a través de una donación - compra para ayudar a las religiosas franciscanas. Ellas también tienen que mantener un importante patrimonio en otros lugares. Ha sido una donación de seiscientos mil euros. Allí hemos trasladado el seminario menor. En este tema también se puede comprobar que colaboramos con el mantenimiento del patrimonio. Además nos hemos comprometido a conservar la iglesia y el coro tal y como está. Por tanto hay que destacar la generosidad de las hermanas con esta donación. Los domingos se hará allí la Exposición del Santísimo que cada semana hace el seminario menor.
-Estamos en tiempo de elecciones y de cambios políticos ¿Qué valoración hace el Prelado teniendo en cuenta que tendremos elecciones municipales el próximo mes de mayo?
-Ya hace años que se ve venir el final del bipartidismo. Ahora quizá estamos llegando a la cristalización de un fenómeno que comenzó a gestarse hace años. Ahora parece que tenemos una sociedad en la que los ciudadanos quieren expresar su voto de una forma más abierta. Sin estar tan encapsulados en sólo dos opciones. Se abre el abanico para que muchos puedan opinar. Siempre me ha gustado la forma que tienen de entender la democracia en Gran Bretaña con partidos en el que hay siempre un debate interno muy rico y positivo. Por tanto no lo veo de una forma negativa todo este proceso.
-¿Y los extremos?
-No quiero entrar en este asunto. Pienso que no todos los votantes de estos nuevos partidos son tan extremistas. Hay personas que deciden dar su voto a estos partidos porque quieren que se escuche su voz y en cierta forma lo que se busca es romper con el bipartidismo y con lo políticamente correcto.
-Temas cofrades. Lo primero que habría que plantear sería el problema en la Amargura.
-Pues le puedo decir que hay una junta de gobierno legítima y ahora les toca dirigir la hermandad. Las hermandades tienen un elemento fijo que son sus estatutos. Eso no se toca. Ahora bien, después debe de haber un gobierno y también una visión de la hermandad. Ahí es donde tiene que entrar la junta de gobierno. Las juntas tienen su potestad. Y hay que darles ese margen. Para nombrar capataces, vestidores o en lo que tenga competencias. Si hay alguien que no le gusta tiene sus herramientas para intentar cambiarlo. Presentarse a las próximas elecciones y ganarlas.
-¿No piensa usted que una gestora puede ser una buena herramienta para sanar una hermandad?
-La gestora es la última solución. Si hay una junta que no funciona hay mecanismos que pueden usar los hermanos como es convocar un cabildo extraordinario. La gestora se erige como la vía cómoda. Que mande el obispo. Yo pienso que las hermandades tienen sus herramientas para reedificarse. La gestora es cuando se toca lo esencial, que son los estatutos. Por tanto, existen elementos muy importantes antes de nombrar una gestora.
-No es usted intervencionista.
-Es que creo que las hermandades deben tener su propia autonomía. Tienen que saber usar sus propios mecanismos. Si hay hermanos que no estén de acuerdo con una junta, el camino no es que el obispo intervenga. Sobre todo si las decisiones de una junta están dentro del marco estatutario ¿Se cambia la forma de vestir de una Dolorosa? Pues se hace porque la junta tiene potestad para hacerlo. Se trata del camino ancho; siempre y cuando se esté dentro del marco jurídico.
-¿Seguiremos con esta proliferación de procesiones de años anteriores?
-Hay un decreto. Desde la delegación se han frenado muchas procesiones extraordinarias. También hay otra forma de celebrar un aniversario sin salir a la calle. En las cofradías debería de haber creatividad a la hora de gobernar. Pero por otro lado también entiendo que las hermandades quieran procesionar con sus imágenes. Por eso se determinaron salidas extraordinarias al cumplirse aniversarios importantes.
-La Estrella y el Prendimiento lo van a solicitar.
-Pues no lo sé. Cuando llegue a la delegación ya se decidirá. De momento tenemos la salida de la Concepción al cumplirse cincuenta años de la coronación parroquial y quince de la canónica.
-El cofrade es como un niño caprichoso. Ahora parece que todos están ávidos para que haya coronaciones canónicas.
-Sólo te puedo decir que los dos expedientes de coronación son el de los Dolores de Sanlúcar y el Rosario de Bornos. Y a los dos se les ha dado respuesta.
-Hablando de caprichos. Tuvo usted que poner orden con el tema de la carrera oficial hace unos meses.
-Hice una llamada al sentido común. Para hacer un cambio de recorrido de las cofradías hay que tener en cuenta que no se puede caer en una guerra entre unos y otros. Así que sólo dije que había que buscar un consenso más amplio. Y se hará con dos tercios del pleno. Para eso se está trabajando en las nuevas normas, para que haya consenso común y mayoritario en los grandes asuntos. Quiero agradecer a la Unión de Hermandades porque, con la ley en la mano, ellos podían haber decidido respetar la votación del pleno. Pero fueron valientes y dieron marcha atrás. Hubo un error y se rectificó. Ahora toca seguir pensando en ese nuevo recorrido que es complicado porque son muchos elementos. Las zonas de las que viene cada cofradía, tomar un recorrido donde se puedan poner los palcos y los abonados estén cómodos. Que haya seguridad. En fin que no es tan fácil.
-¿Algún último deseo para el pueblo fiel?
-Desear felicidades a todos y que se vivan estas fiestas en familia y reflexionando sobre la encarnación de Dios en el seno de la Virgen María.