La Fundación CARF (Centro Académico Romano Fundación) acaba de presentar su Memoria 2022 que recoge todas las actividades y resultados del curso pasado. Casi seis millones de euros fueron destinados a la formación de seminaristas, sacerdotes diocesanos y religiosos, y un total de 1.915 alumnos de todo el mundo se han visto beneficiados de las ayudas al estudio.
Luis Alberto Rosales, director general, señaló: "Repasando el entorno en el que nos hemos movido en 2022, cabe reseñar la inestabilidad global (...). Pero, pese a esas circunstancias, los recursos obtenidos mediante las donaciones periódicas y las puntuales han supuesto un año récord en nuestra historia".
CARF apoyó a 1.915 seminaristas
En total las donaciones recurrentes y puntuales alcanzaron los 5.264.000 € y el total de los ingresos obtenidos en 2022 alcanzaron los 6.669.000 millones de euros. La Fundación CARF destinó 5.810.000 € a ayudar a la formación, lo que supone un 67,6 % del total de los recursos aplicado durante 2022 y que ha beneficiado a 1.915 estudiantes de todo el mundo
Las donaciones hicieron posible que la Fundación CARF ayude a mantener su compromiso de sostenimiento de las Facultades Eclesiásticas de la Universidad de Navarra y de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, y de ayudas al estudio y a la manutención de los alumnos.
El objetivo de CARF es sembrar el mundo para que ninguna vocación de seminarista, sacerdote diocesano o religioso se pierda por falta de medios económicos. Sin embargo, el cierre del ejercicio ha sido negativo. Esto se debe a que los recursos obtenidos mediante legados y testamentos fueron significativamente más bajos que en 2021.
La Fundación CARF continúa cumpliendo sus objetivos: rezar por las vocaciones y los sacerdotes, difundir su buen nombre en todo el mundo (para lo que se ha desarrollado una página web en 27 idiomas) y ayudar a la formación de los sacerdotes.
La Fundación CARF no recibe subvenciones públicas y los aproximadamente 5.300 donantes anuales garantizan la independencia y continuidad de la institución. Este curso pasado la Fundación CARF apoyó a 1.915 seminaristas, sacerdotes diocesanos y religiosos de 79 países distintos: de Europa proceden de 24 países; de América vienen de 22 países; de África, de 22 países; en el caso de Asia son de nueve países; y de Oceanía, de dos países.
Desde la constitución de la Fundación CARF en 1989, más de 800 obispos de 131 países desean que algunos de sus sacerdotes o seminaristas estudien en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz o en la Universidad de Navarra completando su formación humana y espiritual en los seminarios y colegios eclesiásticos Internacionales Sedes Sapientiae, Tiberino, y Altomonte (Roma) o Bidasoa, Echalar, Aralar y Albaizar (Pamplona).
La Fundación CARF —Centro Académico Romano Fundación— nació en 1989, por inspiración de San Juan Pablo II al beato Álvaro del Portillo, para ayudar a la formación de seminaristas y sacerdotes diocesanos y religiosos y religiosas para servir mejor a la Iglesia y al mundo, y fomentar las vocaciones.
En la actualidad, gracias al apoyo de sus benefactores y amigos, la Fundación CARF ha ayudado a casi 40.000 alumnos de 131 países con escasos recursos económicos para que cursen sus estudios. Entre los becarios alumni de la Fundación CARF ya hay 130 estudiantes que han sido ordenados obispos y tres creados cardenales.