Este lunes el Camino Neocatecumenal solicitó de manera formal, cinco años después de su muerte y tal y como establecen las normas de la Iglesia, la apertura de la fase diocesana del proceso de canonización de Carmen Hernández, coiniciadora del Camino Neocatecumenal.
La entrega del libelo al cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, fue realizada por Carlos Metola, postulador de la causa, tras la eucaristía celebrada en la catedral de La Almudena y presidida por el propio purpurado.
La misa se celebró con motivo del quinto aniversario de la muerte de Carmen Hernández y en ella además del cardenal Osoro concelebraron el cardenal Rouco Varela y los obispos Juan Antonio Martínez Camino, auxiliar de Madrid, y José Luis del Palacio, emérito del Callao (Perú), natural de Madrid y feligrés de la castiza parroquia de La Paloma.
Decenas de sacerdotes, junto a los seminaristas del Seminario Redemptoris Mater de Madrid, también participaron en una celebración que llenó por completo la catedral –respetando los límites de aforo- debiéndose de quedar cientos de personas en el patio del templo. A su vez, miles de personas siguieron la Eucaristía a través de Youtube, que en estos momentos acumula más de 65.000 visionados.
Carlos Metola, postulador de la causa de beatificación, entrega al cardenal Osoro el libelo para pedir la apertura de la fase diocesana de la causa / Foto: Luis Millán
Kiko Argüello no pudo asistir a la Eucaristía, al igual que el padre Mario Pezzi y Ascensión Romero, al encontrarse “muy justo de fuerzas”, tal y como explicó el postulador Carlos Metola. Cabe recordar que tanto Kiko como el padre Mario fueron víctimas del Covid-19 y tuvieron que ser hospitalizados.
Pese a no estar presente físicamente Kiko envió una carta que fue leída al término de la misa. En ella, definió a Carmen –su compañera de fatigas en la evangelización durante más de medio siglo- como “una mujer excepcional, enamorada de Cristo, de la Escritura y de la Eucaristía”. De este modo, explicó que la coiniciadora era “una mujer profunda, auténtica y libre en su relación con todos” que “amaba a Cristo y a la Iglesia y al Papa por encima de todo”.
En su misiva Kiko insistió en que Carmen fue “una mujer importantísima para la Iglesia” que “vivió siempre enamorada de Cristo”. De hecho, destacó que en sus diarios, publicados como libro en la BAC, “si leéis sus diarios, todo lo que decía: ‘¡Jesús, te amo, te amo!’”.
Fotografía de Carmen Hernández en su juventud
Por su parte, en la homilía que pronunció monseñor Osoro, y que recoge el Arzobispado de Madrid, el cardenal empezaba asegurando que “nos reúne la fe en Cristo Resucitado y también el hacer memoria y la oración por una mujer que fue una incansable catequista y trabajadora del anuncio de Cristo como el único Camino, la única Verdad y la única Vida”.
En este sentido, el cardenal Osoro animó a ser como lo fue Carmen, “portavoces en el siglo XXI del grito más necesario: ¡Cristo ha resucitado! Amaos los unos a los otros!”.
“Carmen quiso en su vida ser portavoz de Jesucristo. ¡Cuántas veces escuchamos de sus propios labios que lo que más necesita el hombre es amar con el amor mismo de Cristo y experimentar el amor del Señor!”, agregó en su homilía.
En este sentido, ha resaltado que a las comunidades neocatecumenales, extendidas por "todas las latitudes", "se acercan hombres y mujeres de toda condición, ricos y pobres, sabios e ignorantes, arrogantes y sencillos" porque en ellas experimentan "un cambio y unos deseos de vivir con la novedad de Cristo Resucitado". "Carmen nos gritaba de formas diferentes: 'Dad rostro a Cristo con vuestra vida' ¿Cuál es la voluntad de Dios en mi vida y para mi vida?", ha planteado.
El Camino Neocatecumenal, la obra que inició Carmen junto a Kiko en las chabolas de Madrid, está ahora extendida por 134 naciones de los cinco continentes, con 21.300 comunidades en 6.270 parroquias, así como 1.668 familias en misión de las cuales 216 son missio ad gentes en ciudades descristianizadas de los cinco continentes, y con 125 seminarios Diocesanos Misioneros Redemptoris Mater. En total , sus miembros suman más de millón y medio de miembros.
Procesión de entrada / Foto Cristina Pascual-Baffietrecce
A continuación ofrecemos la carta íntegra de Kiko Argüello leída este lunes en la catedral de Madrid:
Queridos hermanos,
La paz de Jesucristo sea con vosotros.
Hoy, día 19 de julio de 2021, celebramos el 5º aniversario de la muerte de Carmen, recemos por su eterno descanso, para que pueda gozar de la presencia del Señor eternamente.
Decenas de sacerdotes, además del cardenal Rouco y los obispos Martínez Camino y José Luis del Palacio, concelebraron en esta misa / Foto: Luis Millán
Carmen era una mujer excepcional, enamorada de Cristo, de la Escritura y de la Eucaristía. Doy gracias a Dios por Carmen. Era una mujer profunda, auténtica y libre en su relación con todos. Amaba a Cristo y a la Iglesia; y al Papa, por encima de todo. Por amor a la Iglesia y a los hermanos, ha permanecido junto a mí 50 años; llevando adelante esta Iniciación Cristiana que es el Camino Neocatecumenal.
Creemos que Carmen está con el Señor, está ya en la fiesta. Mujer excepcional, verdaderamente, con una generosidad enorme. ¡Una mujer importantísima para la Iglesia! Vivió siempre enamorada de Cristo. Si leéis sus diarios, todo lo que decía: «¡Jesús, te amo, te amo!». En cada página: «¡Te amo, te amo!». Amar a Cristo es la única verdad: «Ama a Cristo y te seguirán a miles», dicen los Padres del Desierto. Yo creía que me seguían a mí, pero descubro que miles de hermanos están en el Camino gracias a Carmen y por el amor que Carmen tenía a Cristo.
Por eso, pido a D. Carlos Metola, como postulador de la fase diocesana, que haga todas las gestiones necesarias ante el Sr. Cardenal de Madrid, D. Carlos Osoro, para pedir que se pueda iniciar su Causa de Beatificación.
Os saludan también P. Mario y Ascensión Romero. Rezad por nosotros. La paz del Señor.
Kiko Argüello