Al mediodía de este martes 6 de octubre la Santa Sede ha hecho públicos 3 nombramientos que afectan a las diócesis españolas.

Por un lado, el obispo Mario Iceta, de 55 años, que pastoreaba la diócesis de Bilbao (1,1 millones de habitantes, con unos 560 sacerdotes), pasa a ser arzobispo de Burgos (360.000 habitantes, 500 sacerdotes, 1.000 parroquias y quizá la mayor potencia mundial en misioneros, repartidos por todo el planeta).

Por otro, Carlos Manuel Escribano, de 56 años, que era obispo de Logroño (315.000 habitantes, 270 sacerdotes) pasa a ser arzobispo de Zaragoza (900.000 habitantes, 540 sacerdotes).

El tercer nombramiento designa al sacerdote tarraconense Javier Vilanova, de 47 años, hasta ahora rector del seminario interdiocesano de Cataluña, como obispo auxiliar para Barcelona. Se suma así a los otros dos obispos auxiliares de Barcelona, Sergi Gordo (de 53 años) y Antoni Vadell (de 48 años), nombrados en 2017, que ayudan al cardenal Omella al frente de la diócesis (Omella tiene, además, varios cargos vaticanos y responsabilidades como presidente de la Conferencia Episcopal Española).

El papa Francisco acepta así las renuncias presentadas, al cumplir los 75 años, de Fidel Herraéz y Vicente Jiménez Zamora, arzobispos de Burgos y Zaragoza respectivamente.

En el caso de Fidel Herráez en Burgos, muchos pensaban que se mantendría aún un tiempo más al frente de la diócesis, al estar bien de salud, tener buenas relaciones con las autoridades civiles y diocesanas y haber puesto en marcha una serie de celebraciones con motivo de los 800 años de la hermosa catedral de la ciudad, con la participación de gran parte de la sociedad local.

El perfil de los nuevos nombramientos

Mario Iceta Gavicagogeascoa nació en Guernica (Vizcaya), en 1965. Es doctor en Medicina por la Universidad de Navarra (1995) y doctor en Teología por el Pontificio Instituto Juan Pablo II para los Estudios sobre el Matrimonio y Familia de Roma (2002). Es Máster en Gestión bancaria y de entidades de crédito por la Fundación Universidad y Empresa y por la UNED (1997).

Mario Iceta deja de ser obispo de Bilbao para ser arzobispo de Burgos

Su perfil con conocimientos médicos y económicos es peculiar entre los obispos y se le considera el experto en temas de bioética o ética médica de la Conferencia Episcopal.

Fue ordenado sacerdote en 1994 en la catedral de Córdoba, su diócesis de incardinación. Fue nombrado obispo titular de Álava y auxiliar de Bilbao en 2008 y obispo de Bilbao en 2010.

En la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Comisión Ejecutiva y de la Comisión Permanente desde marzo de 2020. Ha sido vicepresidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar y presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la defensa de la Vida de 2014 a 2020. Era miembro de esta Subcomisión desde el año 2008.

Fue fundador de la Sociedad Andaluza de Investigación Bioética y de la revista especializada “Bioética y Ciencias de la Salud” (Córdoba, 1993). Es miembro correspondiente de la Real Academia de Córdoba en la Sección de Ciencias morales, políticas y sociales (2006). Es miembro de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (2008) y de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla (2018).

Carlos Escribano pasa de La Rioja a Zaragoza

Carlos Manuel Escribano Subías nació en 1964 en Carballo (La Coruña), estudió Teología en la Universidad de Navarra y obtuvo la licenciatura en Teología Moral por la Universidad Pontificia Gregoriana (1994-1996).

Al ser nombrado arzobispo de Zaragoza vuelve a un lugar que conoce. Allí fue ordenado sacerdote en 1996, y allí fue párroco en la parroquia del Sagrado Corazón y en la de Santa Engracia, y también profesor del Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón. En 2010 fue nombrado obispo de Teruel y en 2016 obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño.

En la Conferencia Episcopal Española es presidente de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida desde marzo de 2020. Asimismo, es miembro de la Comisión Permanente. Desde 2015 es Consiliario de Manos Unidas.

Ha trabajado en la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, ha sido responsable de Pastoral de Juventud (2017-2020), consiliario nacional de Acción Católica y miembro de la subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida (2010-2017).

Javier Vilanova Pellisa apenas llevaba 2 años como rector del seminario interdiocesano de Cataluña. Nació en Fatarella (Tarragona) en 1973. Fue ordenado sacerdote en 1998 para la diócesis de Tortosa, donde desarrolló su ministerio. Ha sido vicario parroquial de las parroquias de la Mare de Déu del Roser de Tortosa (1998-1999) y de San Miguel Arcángel de Alcanar (1999-2003). También fue rector de las parroquias de la Asunción de Forcall, Castellfort y Portell, San Pedro Apóstol de Cinctorres, Madre de Dios de las Nieves de la Mata, San Bartolomé de La Todolella y de la Virgen del Pópulo de Olocau del Rey (2003-2007). Ha sido rector de las parroquias de Alfara de Carles (2014-2019), del Sagrado Corazón de Jesús del Raval de Cristo (2016-2019) y de San Lorenzo del Pinell de Brai (2019).

En Tortosa fue delegado de Catequesis (dos años), de Pastoral Vocacional (un año), rector del seminario de Tortosa (un año) y después director espiritual del seminario interdiocesano de Cataluña (tres años, antes de ser rector de este seminario). Es misionero de la Misericordia y confesor ordinario de la Comunidad de Agustinas de San Mateo.

Los arzobispos que se van: Herráez y Zamora

Fidel Herráez Vegas nació en Ávila, estudió en Madrid y fue obispo auxiliar de Madrid de 1996 a 2015, cuando fue nombrado arzobispo de Burgos. En la CEE es miembro de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura desde marzo de 2020. Además, es miembro de la Comisión Permanente en representación de la provincia eclesiástica de Burgos. Desde julio de 2020 es además Consiliario de la Asociación Católica de Propagandistas. Y ha sido miembro de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis desde el año 1996.

Vicente Jiménez Zamora, nació en Ágreda (Soria), fue ordenado sacerdote de Osma-Soria en 1968 y obispo de esta diócesis en 2004. En 2007 pasó a ser obispo de Santander y en 2014 arzobispo de Zaragoza.

En la Conferencia Episcopal Española es actualmente miembro de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada y miembro de la Comisión Permanente de la CEE en representación de la provincia eclesiástica de Zaragoza, desde marzo de 2020. Desde 2014 es miembro de la Congregación vaticana para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.