El próximo 18 de junio, la catedral de Sevilla acogerá la beatificación de 27 mártires dominicos. La celebración, que será presidida por el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, tendrá lugar a las 11:00 horas. Le acompañarán Mons. José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, y Fr. Gerard Timoner, O.P., maestro general de la Orden de Predicadores.
La beatificación fue aprobada por el Papa Francisco en diciembre de 2019 y a causa de la pandemia se retrasó hasta mediados del presente año.
Su martirio se sucedió durante la persecución religiosa desatada en España durante la Guerra Civil (1936-1939), una de las mayores que ha sufrido la Iglesia en toda su historia: Fueron asesinados 13 obispos, 4.184 sacerdotes seculares, 2.365 frailes y 296 monjas, lo que equivalía a uno de cada siete sacerdotes y a uno de cada cinco frailes.
25 frailes, un laico y una religiosa
Entre los 27 mártires se encuentran 20 frailes sacerdotes del convento de la Asunción de Almagro (España), que fueron expulsados del convento, retenidos y martirizados en Almagro y en localidades cercanas entre julio y agosto de 1936. Sus restos serán trasladados a Sevilla donde recibirán culto en la iglesia de Santo Tomás.
También serán beatificados 5 hermanos cooperadores dominicos y estudiantes, además de un laico, Fructuoso Pérez Márquez, periodista, director del periódico La Independencia y colaborador de diferentes diarios de tirada nacional.
Asimismo, la religiosa dominica sor Ascensión de San José, religiosa del monasterio Madre de Dios de Huéscar será otra de las personalidades beatificadas el 18 de junio. Fue torturada y asesinada en febrero de 1937, a los 76 años. Será la segunda monja dominica beatificada en España hasta ahora.
Los Dominicos de España han dedicado un espacio en su página web a las beatificaciones que tendrán lugar el 18 de junio, con amplios documentos sobre el proceso y biografías de los mártires que pueden consultarse en este enlace.
Los 27 mártires, a los que la orden se ha referido como "un modelo de vida para los católicos, signos de amor, de perdón y de paz", pasan a engrosar los cerca de 300 miembros de la orden de predicadores que ya han sido elevados a los altares.