El exalcalde de Santiago, Martiño Noriega, de la órbita de Podemos, que durante su mandato se negó a acudir a los actos religiosos en la Catedral de Compostela el día del Apóstol, publicó un tuit sardónico esta mañana del día de Santiago Apóstol: «Todo en orden». Ironizaba así sobre el hecho de que el nuevo alcalde compostelano, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, que logró el 34% de los votos en las últimas elecciones municipales, sí ha participado en el evento religioso y la ofrenda al Apóstol, siendo delegado regio en la ofrenda (un cargo designado por la Casa Real para esta ceremonia anual).
Sánchez Bugallo tenía experiencia: fue alcalde antes, desde el 23 de diciembre de 1998 hasta el 22 de mayo de 2011, y fue anfitrión de la visita de Benedicto XVI en noviembre 2010.
Como novedad este año, la ofrenda se realizó en el templo de San Martiño Pinario, y no en la catedral, que se encuentra en obras. Como es tradicional, los actos han comenzado en el Obradoiro, en el que el alcalde Bugallo ha pasado revista a las tropas. El mal tiempo ha impedido que se celebrase la exhibición de paracaidistas que estaba prevista.
Las peticiones del alcalde al Apóstol
El alcalde Sánchez Bugallo ha pedido al Apóstol Santiago «que ilumines a nuestros representantes políticos para que prevalezca el interés general y el bien común sobre los intereses particulares y partidistas». Aseguró que España, de la que Santiago es patrón (y no la ruptura de los independentismos) «es el mejor marco para avanzar en la igualdad, la democracia y el progreso de los pueblos que la componen». Pidió al apóstol ayuda para «encontrar el camino que nos permita superar la actual situación» en clara referencia al independentismo, en teoría el catalán, aunque quizá también el gallego.
Sobre la preparación del Año Jubilar de 2021 el alcalde apeló a la «tolerancia, paciencia y generosidad» de los compostelanos para no caer en la turismofobia: «Sé que la llegada de miles de visitantes puede suponer, a veces, alguna que otra molestia», ha reconocido el alcalde, que ha recordado que «Santiago siempre ha sido, a lo largo de los siglos, una ciudad que acoge al peregrino y al visitante como un vecino más. Sigámoslo siendo».
Y del Camino de Santiago dijo que es "una ruta de paz, de encuentro personal, de autenticidad y de introspección, pero también es sinónimo de diversión, de solidaridad y de experiencias compartidas". Aprovechó la Ofrenda para solicitar la colaboración de todas las instituciones en la celebración del primer año santo de los últimos 11 años y recordó que en pocos años se celebrarán 3 años jacobeos: «Para que sea un éxito, y estoy convencido de que así será, tendremos que dar lo mejor de nosotros mismos. Necesitaremos la implicación de todas las instituciones presentes en la ciudad, de las entidades, las asociaciones y la ciudadanía».
Ante las quejas de sectores laicistas por su participación como alcalde en la Ofrenda, declaró: "Somos una ciudad cosmopolita, universal, pero a la vez apegada a sus tradiciones, que respetamos y veneramos; Santiago no sería lo que es sin su Iglesia".
La homilía del arzobispo Barrio ante el Apóstol
En su homilía, el arzobispo Barrio pidió al Apóstol intercesión para que los gobernantes "sepan encontrar, en diálogo sereno y respetuoso con la verdad, soluciones a los problemas políticos, sociales y culturales". En su homilía recordó a «los refugiados, los excluidos, los migrantes forzosos, los pobres, las víctimas inocentes de tanta violencia sin sentido, que día a día nos conmueven».
“El otro es siempre una llamada, y a veces lo convertimos en un peligro. La incertidumbre nos desasosiega y nos lleva a medir y valorar todo según su utilidad y rentabilidad descartando a personas que ya no pueden seguir esperando. Ante esto nos replegamos fácilmente en la emotividad pero la respuesta en medio de la confrontación como dice el Papa es la cultura del encuentro”, ha añadido.
También aseguró que la solemnidad de Santiago “nos motiva a reavivar nuestra identidad cristiana, reconociendo la dignidad sagrada de la persona, cuya vida hay que respetar y defender en cualquiera de las circunstancias”. Y ha continuado: “Es necesario dejarnos interpelar para encontrar las respuestas verdaderas a nuestras preguntas aunque a veces sean incómodas. Alejarnos de Dios nos convierte en un haz de preguntas sin respuestas”.
Insistió en el poder de la fe para cambiar vidas. “El apóstol Santiago comunicó esta novedad, implicando su vida hasta el martirio. Cristo resucitado, que posibilita actuar con la libertad de los hijos de Dios, autentifica el testimonio apostólico. Cambia la vida de quien se adhiere a Él, advirtiendo que el verdadero liderazgo de su discípulo está en servir en medio de pruebas y sufrimientos”. Además, ha explicado que, “a veces, entendemos la autoridad como promoción y honor, ambición y prestigio, dominio y arbitrariedad, utilizando a los demás como peldaños para escalar la cima y desechando valores religiosos y morales para que nada se oponga a nuestras pretensiones. La renuncia y el sacrificio son necesarios en nuestra civilización. Nos hacemos más grandes rebajándonos, siendo esta la clave del verdadero humanismo”.
Por último, Barrio, dirigiéndose al alcalde Sánchez Bugallo en tanto que delegado del Rey en la ofrenda, ha remarcado que “el apóstol Santiago, asiste y protege al papa Francisco y a la Iglesia que peregrina en España. Confío con su intercesión a todas las personas de España, especialmente a los gallegos, a vivir la alegría del amor, construyendo una sociedad en el camino de la esperanza”.
Finalizó recordando a las víctimas del accidente ferroviario de Angrois y pidiendo a los políticos "soluciones a los problemas políticos, sociales y culturales; y para todas aquellas personas que están ofreciendo sus mejores esfuerzos para responder a las demandas del bien común, especialmente educando a niños y jóvenes”.