Mónica Oltra, vicepresidenta del Gobierno valenciano, consejera de Igualdad y Política Inclusiva y militante del partido de izquierda populista Compromís, ha anunciado que las familias del barco Aquarius pasan ahora a alojarse en centros de Cáritas, la ONG caritativa de la Iglesia Católica.
En junio, el presidente español Pedro Sánchez, en una de sus primeras medidas en el Gobierno, autorizó que desembarcasen en Valencia 630 inmigrantes a la deriva en el Mediterráneo, que ni Malta ni Italia aceptaban recibir.
Ha pasado una primera fase de acogida de seis meses y ahora la administración valenciana establece que se pase a una segunda fase "más asentada, de estabilidad y tranquilidad para las familias". Abandonarán las instalaciones que ocupaban en Cheste y pasarán a centros de Cáritas. Es el Ministerio de Trabajo quien decide el destino donde los solicitantes de asilo residirán durante los primeros seis meses de la fase de acogida.
Así lo ha comunicado Mónica Oltra, tras la reunión de la comisión mixta que toma el relevo en esta segunda fase de acogida de los solicitantes de asilo. La directora general de Inclusión, Inma Carda, coordinará los trabajos en una segunda fase.
Los más vulnerables (familias con y sin hijos, mujeres, mujeres embarazadas y jóvenes de 18 años que podrían pasar por menores de edad pero no lo son) serán los primeros en iniciar esta fase.
Ahora bien, entre los objetivos de la comisión mixta que coordinará los trabajos en València, destaca "establecer en un calendario las actuaciones tanto las entrevistas a los inmigrantes para realizar la solicitud de asilo así como las derivaciones a otros emplazamientos, centros y comunidades autónomas; realizar los traslados y acompañamientos y establecer los recursos disponibles en la Comunidad Valenciana".
La Generalitat valenciana, gobernada por una alianza de socialistas, postcomunistas, populistas cercanos a Podemos y catalanistas, se ha mostrado bastante hostil a la Iglesia desde que llegaron los actuales gobernantes al poder, con choques por temas de enseñanza y actividades groseras y blasfemas. Recientemente las formas han mejorado... y colocar a los inmigrantes pobres en instalaciones católicas puede tener algo que ver.
Ya el 13 de junio el obispo auxiliar Arturo Ros ofreció los servicios de Cáritas, recordando que desde 2015 Cáritas Diocesana tiene una comisión específica para la acogida de refugiados y 43 viviendas para familias vulnerables. "Estamos organizando el dispositivo para que la Administración nos diga cuántas personas y cómo. Podemos acoger a 200 personas hoy y ya", afirmaba en junio el delegado episcopal de Migraciones del Arzobispado de València, Olbier Hernández.