El Papa Francisco, en la entrevista con Carlos Herrera en cadena Cope, habló este miércoles de la cultura del descarte (que incluye el aborto y la eutanasia) y su relación con el "invierno demográfico" en Occidente.
"Los viejos son material descartable: molestan. […] Los enfermos más terminales, también; los chicos no queridos, también, y se los manda al remitente antes de que nazcan”, lamentó el Papa hablando con Herrera. “La pirámide se ha invertido. Es el invierno demográfico: en el nacimiento, en el que haya más casos de aborto...".
Sobre este tema habló también el cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Barcelona en el programa de Cope La Linterna, comentando la entrevista papal.
“Tenemos un grave problema en Europa, no hay nacimientos", recogió Omella. "¿Querremos de verdad Europa, a España, a nuestra región, cuando no hay nacimientos?”
Mala natalidad desde 1980, y desde 2012, más muertes que nacimientos
En la entrevista del Papa, el Pontífice calculó que la media de edad de los italianos es de 47 años. Hay fuentes que lo calculan en 45 o casi 46.
En España, según se puede consultar en INE.es, la edad media de los españoles en 2021 es de 44 años y 9 meses (exactamente 44,74; 43 años los hombres, 46 las mujeres). Un comentario tétrico pero real sería recordar que el coronavirus, al matar a muchos ancianos, ha rebajado algo esta media.
La realidad es que desde 2012, España tiene más muertes que nacimientos.
Y desde 1980, España no logra el índice de fecundidad sostenible que es de 2,1 hijos por mujer en edad fértil (en 2019 era 1,24; en 2020, 1,18).
De hecho, casi no hay mujeres que puedan quedarse embazaradas: las españolas se casan -de media- con 32 o 33 años, a los 35 empiezan a estropearse los ovarios y sólo hay unos 3 millones de mujeres en España que tengan entre 20 y 35 años, la edad de más fertilidad.
En España hay cada año entre 90.000 y 100.000 abortos que paga el Estado con dinero de todos los españoles; por el contrario, el Estado y las administraciones no dan apenas ayudas a las madres, las familias o la natalidad. Es un panorama suicida para la demografía española y son muy pocas las voces que hablan sobre ello y piden reaccionar.
Omella sobre el Papa
Omella describió al Papa como un “cura de pueblo al que le han ensanchado el pueblo, que ahora es todo el mundo. Esta al corriente de todo, lo sigue todo y sabe escuchar”,
El Papa, según Omella, enseña que “hay que escuchar a otros y eso sirve también para la política, hay que saber gobernar escuchando también a la oposición”. Francisco, por ejemplo, consulta a su grupo de cardenales y convoca sínodos, detalló el cardenal de Barcelona.
Omella añadió que “el Papa ama mucho a España como todos los argentinos o latinoamericanos. Se le nota que quiere y conoce perfectamente a España. Ojalá. Yo desearía que viniese a Santiago y también a Manresa, que se diese una pequeña vuelta por nuestra tierra”.