La Comisión Episcopal para la Educación y Cultura ha publicado las primeras estadísticas de los alumnos que han cursado la asignatura de Religión en el curso 2022-2023. Se trata de los primeros datos publicados desde la implantación de la "Ley Celaá", mostrando cómo esta ha afectado a la asignatura.
Aunque son una compilación de las cifras de 69 diócesis -que no corresponden a la totalidad de los centros educativos de las Comunidades Autónomas- supone según los obispos una "mayoría significativa" que permite obtener una idea representativa.
En este curso han optado por cursar Religión Católica 3.119.268 alumnos, lo que supone el 57% del total sobre el que se ha elaborado esta estadística. En términos porcentuales, los alumnos de esta asignatura han descendido este curso 2,8 puntos porcentuales respecto al anterior. En los centros públicos, el descenso ha sido de 2,5 puntos y en los centros privados de 3,5 puntos, mientras que en los centros concertados el descenso ha sido apenas de 0,5 puntos.
Los obispos aseguran que entre los motivos causantes de este descenso, la implantación de la LOMLOE en Educación Infantil, y en los cursos impares de Educación Primaria, y de Secundaria Obligatoria y Bachillerato es uno de los más destacados. Los retrasos en la aprobación de las nuevas enseñanzas por algunas administraciones educativas provocaron incertidumbre y desinformación al inicio del curso académico.
Otra razón es que, aunque la LOMLOE ha mantenido las enseñanzas de religión, ha debilitado su presencia en el sistema educativo al recortar los efectos de su evaluación y al suprimir la materia curricular que hasta este curso se ofrecía como alternativa al alumnado que no elegía Religión.
"Desde la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura seguimos reclamando un tratamiento digno y equiparable a las demás materias para la asignatura de Religión, así como para su profesorado", exigen desde la Comisión.
Aspectos positivos: 3 millones la cursan cada semana
Asimismo, constatan que pese al hostigamiento a la asignatura de Religión, "las familias siguen optando mayoritariamente por la enseñanza religiosa escolar, lo que pone de manifiesto el valor educativo y formativo de esta asignatura para una parte significativa de la población".
Entre otros factores considerados positivos por los obispos se encuentra el hecho de que más de tres millones de alumnos cursan cada semana la asignatura de Religión "libremente elegida". Unas cifras que son valoradas como "relevantes" si se enmarcan en el contexto de "una sociedad cada vez más plural" cultural y religiosamente hablando.
Se trata de una muestra de "responsabilidad y la confianza de las familias" que han solicitado al inicio de este curso la asignatura de Religión Católica como parte de su formación y que los obispos "agradecen". En este sentido, la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura reitera su invitación a familias y alumnos a matricularse el próximo curso en la enseñanza religiosa escolar, como una oportunidad para crecer en inteligencia de la fe y descubrir una mejor versión de la vida personal y social.