El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº2 de Castellón ha dado la razón a la Fundación Española de Abogados Cristianos al considerar irregular la retirada de la Cruz del Parque Ribalta de Castellón. Declara nulo el acto administrativo por el que el anterior Ayuntamiento, gobernado por PSOE y Compromís, aprobó quitar el monumento.
Dice la juez en su sentencia que "nos encontramos ante una cruz que ninguna connotación o simbología política desprende a partir de 1979, siendo que no es un monumento a los caídos sino una cruz en conmemoración a las víctimas de la violencia de ambos bandos cuya retirada no puede ampararse en la normativa aludida en el acto como es la Ley 52/2007 o la Ley 14/2007 de la Generalitat Valenciana, no siendo un elemento contrario a la memoria democrática".
Esperamos que sea repuesta
La Justicia condena además en costas al Ayuntamiento de la ciudad. Desde Abogados Cristianos ya avanzan que "solicitaremos la ejecución de la sentencia y pediremos la reposición de la cruz".
Su presidenta, Polonia Castellanos, celebra la decisión: "Después de cinco años luchando por la cruz del Parque Ribalta de Castellón por fin hemos conseguido que se reconozca por parte de la Justicia lo que todos sabíamos y es que la cruz simplemente es una cruz y que el odio de la izquierda más radical no está habilitado para retirar nuestros símbolos religiosos".
Castellanos señala que "esperamos que esta cruz sea repuesta en breve y confiamos en que el resto de cruces que estamos pleiteando en todos los juzgados de España sean finalmente repuestas y que el odio no siga retirando nuestros símbolos religiosos, que se respeten las creencias de los cristianos y que se nos deje vivir a todos en paz".
Era marzo de 2017, cuando la asociación Amics del Ribalta solicitó al Ayuntamiento la retirada de la Cruz. Desde aquel día se fue sucediendo una serie de batallas judiciales que terminaron con su retirada. "Resignificada" en el año 1979 como símbolo de concordia, convivencia, libertad y recuerdo, la cruz fue construida en 1944.
Nada bastó para detener este odio a los símbolos religiosos de los propios castellonenses. La Plataforma de Defensa de la Cruz, en abril de 2018, entregó 17.000 firmas, pero el pleno municipal votó a favor de la eliminación de la Cruz del parque Ribalta.