En un acontecimiento que conmemora el 30 aniversario de su fundación, la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) ha inaugurado su nueva capilla universitaria. Bajo la advocación mariana de "Sede de la Sabiduría", esta nueva capilla manifiesta el compromiso de la universidad con el crecimiento espiritual y de fe de la comunidad universitaria.
El acto, celebrado con una ceremonia de dedicación que ha reunido a más de 500 personas, incluyendo figuras destacadas tanto del ámbito eclesiástico, académico e institucional se ha destacado como un momento histórico para la comunidad UFV.
Corazón del campus universitario
La ceremonia ha contado con la presidencia del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid; Jesús González, Alemany, vicario de la VII; Javier Cereceda, L.C., director territorial de los Legionarios de Cristo en España; Mario Palacios, arcipreste; Justo Gómez, L.C., capellán mayor de la UFV; Juan Francisco Macías, secretario de José Cobo; Gustavo Ballestrin, L.C., diácono y Xavier Gutiérrez, L.C., maestro de ceremonias.
Acompañaron a la UFV en este acto, otras autoridades como la alcaldesa de Pozuelo de Alarcón, rectores de otras universidades y sus capellanes, y empresarios, amigos y colaboradores de la Universidad. Daniel Sada, rector de la UFV, extendió un agradecimiento especial a los colaboradores, amigos, donantes, empresas, arquitectos, constructores y artistas involucrados en la realización de la capilla, enfatizando la ilusión y el trabajo conjunto de este importante logro.
"Estos 30 años de espera suponen un largo camino recorrido, la inauguración de esta capilla conlleva muchísima ilusión. Gracias a todos los que han aportado su granito de arena para que la UFV haya llegado a este momento", ha añadido.
El cardenal arzobispo de Madrid, en su intervención, destacó el valor de la nueva capilla como corazón del campus universitario, "la capilla universitaria está llamada a ser un centro vital para promover la transformación cristiana de la cultura", enfatizando su papel como centro de sabiduría, encuentro y renovación cristiana en la sociedad contemporánea.
"La UFV está dotada de los mejores avances tecnológicos y cuenta con los mejores medios que reclaman las ciencias y los saberes", reconoció el cardenal. Pero "todo es inútil si no usamos la fuente de la verdad y la sabiduría. Todo serían ladrillos o piedras si no somos capaces de mostrar lo que hay detrás: el amor que Dios nos tiene".
"La UFV, a través de este nuevo espacio, el más emblemático de su campus, busca reafirmar su compromiso con la formación integral de sus miembros, ofreciendo un lugar que no solo fomente la práctica religiosa sino que también sirva como un punto de encuentro para la reflexión, el aprendizaje y el servicio a la comunidad".
"La capilla representa, así, un llamado a vivir conforme a los valores del Evangelio, promoviendo la solidaridad y el apoyo mutuo entre las personas que conforman la comunidad universitaria". En el transcurso de la ceremonia de dedicación, se realizaron diversos rituales, incluyendo la bendición del agua y la unción del altar y los muros de la iglesia, actos que simbolizan la purificación y la consagración como espacio sagrado.
Edificar una capilla, ha expresado el cardenal, "es edificar un lugar abierto, un lugar de la presencia de Dios que invita a recibir, a todos", y añadió: "se convierte en signo de la presencia de Dios en la vida de la Iglesia. La sabiduría es un don, es un regalo que nos recuerda que Dios siempre está donde se busca la verdad y donde se encuentra la fe".
El cardenal ha recordado las palabras de Juan Pablo II al expresar que "esta capilla es un lugar del espíritu, en el que los creyentes en Cristo, que participan de diferentes modos en el estudio académico, pueden detenerse para rezar y encontrar alimento y orientación. Es un gimnasio de virtudes cristianas, en el que la vida recibida en el bautismo crece y se desarrolla sistemáticamente. Es una casa acogedora y abierta para todos los que, escuchando la voz del Maestro en su interior, se convierten en buscadores de la verdad y sirven a los hombres mediante su dedicación diaria a un saber que no se limita a objetivos estrechos y pragmáticos".
En definitiva, ha concluido, "este es el misterio que esta casa recoge. Una casa de encuentro en el que todos los que entran y la componen ponen al servicio de la realidad sus dones". El diseño arquitectónico es obra de los arquitectos Emilio Delgado, Felipe Samarán, profesores del Grado en Arquitectura de la UFV, y Antonio Álvarez Cienfuegos, y responde a un concepto único que combina funcionalidad y simbolismo espiritual.
Para cerca de 500 personas
Con una capacidad para 500 personas, la estructura alberga no solo un espacio de culto sino también un centro de formación en la fe. Su forma elíptica, caracterizada por dos grandes cúpulas sostenidas por siete columnas, simboliza la unión entre la perfección del círculo y la direccionalidad espiritual, creando un espacio que invita a la reflexión y al encuentro espiritual.
La planta bajo tierra está destinada a actividades como congresos y reuniones y replica la forma elíptica del templo, aprovechando la luz natural y proporcionando un espacio acogedor para eventos de gran envergadura. Los patios de tipo inglés que flanquean la gran sala central, no solo facilitan la ventilación e iluminación natural, sino que también enriquecen estéticamente el conjunto arquitectónico.
El ábside de la capilla está recubierto de pan de oro según un diseño del artista Alberto Guerrero con la colaboración de alumnos y profesores del Grado de Bellas Artes de la UFV, junto con su director, Pablo López Raso. El altar, el ambón y la sede son de mármol blanco de Macael (Almería). El sagrario se aloja en la tienda dorada de Dios y es de doble cara, sirviendo a la capilla principal y a la del Santísimo.
La capilla cuenta además con un vía crucis interior en bronce y una Virgen embarazada, obra de Javier Viver, a la espera de la definitiva, que recoja la advocación del templo "Sede de la Sabiduría", y que será una Virgen atendiendo a un joven niño Jesús escribiendo en un cuaderno sobre su regazo, como primera formadora.
Debajo del altar encontramos un relicario con las reliquias de san Pedro Poveda, sacerdote y educador; José Sánchez del Río, laico que con 14 años murió durante la guerra cristera en México; y la beata María Gabriela Hinojosa y 6 compañeras religiosas de la Visitación, todos ellos mártires.
Así fue en su día la ceremonia de colocación de la primera piedra de la capilla.
Finalmente, la ceremonia de inauguración de la capilla universitaria no solo ha sido un momento de celebración y agradecimiento a todas las personas que han hecho posible el proyecto, sino que también ha marcado el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la UFV, simbolizando su vocación de ser un lugar de encuentro entre la fe y la razón, y reiterando su misión de ser un referente de formación y excelencia académica y espiritual.