El pasado  31 de mayo fue especial en la Academia de Guardias de la Guardia Civil, lugar en el que se forma la siguiente promoción de agentes destinados a proteger a los ciudadanos españoles. Este viernes se confirmaron a 53 futuros agentes y a tres familiares de uno de ellos. También hubo un bautizo y una Primera Comunión de uno de estos jóvenes.

 “Para nosotros, esta celebración es el broche de oro que ponemos a estos meses de intensa formación, en la que Dios ha tenido un lugar importantísimo”, dijo uno de los futuros agentes ante el vicario general de la Diócesis de Jaén, Francisco Juan Martínez, que fue quien presidió el acto.

Carlos Manjón Requena, capellán castrense de la Academia de la Guardia Civil de Baeza relataba así el acto:

“Al final de esa mañana queríamos que el aula magna de la Academia de Guardias tuviera algo de río Jordán, en el que sumergir a Samuel… Algo de Cenáculo, para compartir confidencias con Jesús de Nazaret, comer su carne y beber su sangre, alimentos estos que nos darán la fuerza necesaria para combatir la lucha diaria de lo que significa ser Guardia Civil.

Pero si algo queríamos que fuese esa aula magna, es templo para recibir los dones del Espíritu Santo. Como los Apóstoles, también nosotros tenemos cerradas las puertas a los judíos de hoy que son: los miedos que nos bloquean y la falta de compromiso con la Fe.

Todos ellos quisieron revivir aquel primer Pentecostés de la historia para, desde ese mismo día, vivir la Fe sin miedos ni complejos, vistiendo ese uniforme y diciendo ‘aquí estoy Señor para hacer tu voluntad’.

Al finalizar la celebración, en el XI Aniversario de mi ordenación sacerdotal he querido dar gracias a Dios por el ‘milagro’ de mi vocación y por la presencia del Vicario General de Jaén entre nosotros y por sus palabras. A los catequistas y, de manera especial, al Coro de la 124 promoción, que ha sido capaz de dar a conocer la Academia, corazón de la Guardia Civil, con sus canciones, especialmente la Salve Rociera. El mejor regalo de Aniversario de Ordenación: vuestras voces, vuestro corazón, y Samuel que ya forma parte de los bautizados. ¡Gracias!”.