Vigo, en la costa sur de Galicia, está a punto de cambiar para siempre su aspecto visual al erigir un Cristo de 6 metros y 8 toneladas en el monte de A Guia, junto a su santuario. Se trata de una imagen del Sagrado Corazón. Muchos peregrinos a Santiago que realizan el Camino Portugués por la costa la verán al pasar por la ciudad, cercana a Portugal.
Al alcalde de Vigo desde 2007, el socialista Abel Caballero Álvarez, no se le escapa la significación turística y artística: fue ministro de Turismo con Felipe González de 1985 a 1988 y es desde 2015 presidente de la Federación Española de Municipios. Sabe de la importancia de visibilizar a las ciudades con símbolos reconocibles.
La colosal escultura ha sido realizada por la Escuela de Canteros de la Diputación de Pontevedra y sus 6 piezas ya están dispuestas para ser ensambladas. Se colocará sobre la torre de la ermita con unos trabajos que empezarán el lunes y finalizarán el miércoles, cuando se coloque la corona metálica del Cristo.
La escultura fue donada por la Diputación (gobernada por el Partido Socialista y el Bloque Nacionalista Galego) a través de un convenio de la diócesis de Vigo con el Concello municipal. El santuario pertenece a la diócesis. La instalación tiene un coste de 84.000 euros financiados entre el Concello y la Diputación, según afirmó el alcalde.
El alcalde recordó que la capilla es de 1951 y que ya en su origen y planos el arquitecto Gómez Román planeó colocar una gran imagen del Sagrado Corazón, algo que no llegó a hacerse... hasta ahora.
El párroco de Teis, José Ramón Lera, expresó su ilusión al ver como se hace realidad este proyecto. "Los vecinos llevan mucho tiempo a la espera, ahora por fin va", declaraba a la prensa gallega.
En el acto de recepción de las piezas que se ensamblarán acudieron el alcalde, Abel Caballero; la presidenta provincial, Carmela Silva, y el obispo de Tui-Vigo, Luis Quintero Fiuza.
Una moda del siglo XXI: los Cristos gigantescos
El gran Cristo de Vigo, aunque se planeó ya en 1951, se suma a una oleada de construcción de Cristos colosales (a veces también Vírgenes) que se está dando en todo el mundo, con especial incidencia en Sudamérica, el sudeste asiático y Europa del Este. A menudo se trata de santuarios que ya existían que quieren hacer memorable el paraje con una estatua gigantesca de Jesucristo.
Así, en los últimos años se han erigido el Cristo Rey de Swiebodzin (Polonia, 36m), el Jesús Misericordioso de Mindanao (Filipinas, 15m), el Cristo Rey de Tupungato (Argentina, 31m), el Sagrado Corazón de El Morro (Rosarito, México, 23m) o el Cristo de manos extendidas (Kamay ni Hesus, de Lucban, Filipinas, 15m), entre otras estatuas gigantescas.