Han transcurrido dos días desde el trágico asesinato de Mocejón (Toledo), donde Mateo, un niño de 11 años, era apuñalado en repetidas ocasiones hasta perder la vida. Sucedió en el campo municipal de fútbol, mientras jugaba con sus amigos, cuando el ya detenido y autoinculpado asesino irrumpió en el campo armado, enmascarado y corriendo y apuñaló al menor. Mateo entró en parada cardiorespiratoria minutos después, sin que los sanitarios pudiesen hacer nada por salvar su vida. 

Conforme pasan las horas, se conocen nuevos detalles del asesinato. Según informa La opinión de Murcia, el confeso culpable es del pueblo "de toda la vida" y pertenece a una familia "que tiene muchos problemas de siempre. No están bien. El padre y los dos hijos. Al que han detenido tiene esquizofrenia", aseguran los vecinos.

El sospechoso fue detenido este lunes. Tiene 20 años y al confesar en su primera declaración, fuentes consultadas por EFE mencionan que deliraba al hablar y no mantenía un discurso coherente, lo que podría confirmar los problemas mentales que acusaban los vecinos, que se volcaron con la familia de Mateo desde el primer momento.

También lo hizo el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, que presidió una emotiva y recogida vigilia de oración junto a vecinos, familiares y voluntarios de la parroquia. Una ceremonia que transcurrió en su mayor parte en silencio.

El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, durante la vigilia por Mateo. 

A través de sus redes sociales, el arzobispo publicó: "Rezando por el pequeño Mateo. Rezo en estos momentos tan difíciles, por los familiares, amigos y el pueblo de Mocejón".