La asignatura de Religión está en el punto de mira constantemente. O bien pretenden eliminarla del currículo o reducir su duración hasta hacerla casi inexistente. Pese a todo, y recordando que cursarla es de carácter voluntario, casi el 63% de los alumnos (de colegios públicos, privados y concertados) eligen estudiar Religión Católica.
Sin embargo, el actual Gobierno socio-comunista de Pedro Sánchez pretende con la Lomloe, la nueva normativa de Educación que tramita y conocida como Ley Celaá, arrinconar aún más esta asignatura. Seguirá siendo voluntaria, pero no tendrá alternativa ni ningún efecto en la evaluación. Como denuncia la plataforma Más Plurales, “uno de los objetivos tradicionales de los gobiernos de izquierda es su opción por el laicismo activo, como ideario de la educación, y con esta Ley lo quieren aplicar incluso en los centros que no son de su titularidad”.
En un momento de gran trascendencia ha visto la luz el mega-estudio realizado por la Fundación SM y titulado “Panorama de la Religión en la Escuela” para el que han encuestado a más de 18.800 personas, una gran muestra que incluye a profesores de Religión, alumnos de la asignatura, familias y además ha incluido a exalumnos y futuros profesores de esta asignatura.
Una de las conclusiones a la que llegan los autores de este estudio es que “no parecen ya sostenibles algunos estereotipos sobre la enseñanza religiosa que perviven en algún imaginario y que castigan injustamente la realidad de la enseñanza de la religión hoy. No parece que se pueda seguir describiéndola como adoctrinamiento y privilegios de otro tiempo”.
Los propios alumnos valoran muy positivamente la asignatura de Religión, según esta encuesta:
- El 71% de los alumnos reconoce que le ayuda a ser mejores personas.
- El 72% que le ayuda a ser más tolerante.
- El 74% considera que le ayuda a separar el bien del mal.
- El 65% valora la asignatura porque les proporciona mayor cultura.
Más de la mitad de los alumnos, ya sean provenientes de colegios públicos o concertados, cree que Religión es necesaria para su educación, aunque un 30% opina lo contrario. Igualmente, dos de cada tres alumnos afirma que gracias a esta asignatura conocen otras religiones; la mitad afirma que les ha ayudado a conocer la Iglesia; y dos tercios a creer en Jesucristo.
También los antiguos alumnos han valorado su paso por esta asignatura, lo que pone aún más en valor la Religión en la escuela. Más del 90% de ellos tiene un recuerdo agradable de la asignatura.
Pero también lo tienen de sus profesores de Religión, que son de los que mejor recuerdo guardan. No llega al 10% los antiguos alumnos que tengan un recuerdo poco o nada agradable de sus profesores de Religión.
También la asignatura ha tenido una influencia en la experiencia religiosa de estos antiguos alumnos. El 80% de ellos se identifica hoy como católico, lo que supera la media social.
Además, los resultados del estudio no detectan influencia alguna de la enseñanza de la religión en las opciones políticas o sindicales de las actuales generaciones.
El estudio también ha contado con las familias de los alumnos. Y un dato revelador es que para tres de cada cuatro, la asignatura de Religión es necesaria en la educación de sus hijos.
Así perciben las familias la enseñanza de esta asignatura:
- Un 83% aprecia que la clase de Religión es buena por los valores que propone;
- Un 81% estima que aumenta la cultura general;
- Un 61% valora que hace más responsables a sus hijos;
- Un 67% aprecia que fomenta el espíritu crítico de sus hijos.
En cuanto a los profesores de Religión, un 80% afirma que tiene una buena relación con sus compañeros docentes y un 76% con las familias de los alumnos. En cuanto a la asignatura en sí afirman lo siguiente:
-El 86% aprecia que la asignatura de Religión ayuda a comprender las culturas.
-El 85% estima que contribuye educativamente a construir la diversidad social y religiosa en las sociedades actuales.
-El 83% opina que la formación religiosa es constitutiva del pleno desarrollo de la personalidad de los alumnos.
-El 84% considera que la Religión facilita una educación de la interioridad que contribuye a la autonomía personal y la responsabilidad social.
-El 84% del profesorado valora que la enseñanza de la religión contribuye a la formación ética y la ciudadanía global.
En cuanto al reconocimiento social de su trabajo, solo un 9% de los profesores de Religión encuestados se considera valorado por la sociedad, y también únicamente un 42% por la Iglesia.
En cuanto a su práctica religiosa, el 91% de los profesores afirma tener una práctica habitual o muy habitual. Sólo un 4% asegura que es poco habitual. Además, cuatro de cada cinco profesores de Religión están vinculados a una parroquia o movimiento eclesial.
Esta práctica religiosa es más baja entre los que se forman para ser profesores de Religión. Sólo un 19% afirma que es muy habitual, un 28% habitual y 28% poco habitual.
En cuanto a la experiencia religiosa de los alumnos de Religión católica, un 68% de ellos se declara católico, un 11% ateo, un 17% se declara indiferente y un 2% profesa otras religiones. Centrándose en la práctica religiosa, más de la mitad de los alumnos (57%) afirma que es poco o nada habitual, a diferencia del 34% que asegura que es habitual.
Un dato llamativo es el descenso del interés de los alumnos actuales en el asociacionismo juvenil o deportivo, que cae 10 puntos en 10 años, y el aumento por el interés en la política, 17 puntos más que hace una década.
Por último, la práctica religiosa de las familias de los alumnos de Religión Católica aparece dividida en dos. La mitad tiene una práctica poco o nada habitual. Además, el 65% de ellas no participa en ninguna parroquia, movimiento o colectivo religioso.