Por primera vez en medio siglo el monasterio de las agustinas descalzas de la localidad valenciana de Benigàgim acogió la profesión solemne de una religiosa, por lo que se convirtió en todo un acontecimiento tanto para las monjas como para todo el pueblo.
La nueva religiosa, Fabiana del Inmaculado Corazón de María, de 43 años, nació en Brasil y profesó de joven en las Carmelitas Mensajeras del Espíritu Santo, si bien sintió luego la llamada a la vida contemplativa, conoció a las Agustinas Descalzas y tomó finalmente el hábito en esta orden religiosa fundada en Valencia por San Juan de Ribera.
Tal y como recoge la agencia AVAN, de la Archidiócesis de Valencia, la celebración fue presidida por el obispo auxiliar monseñor Arturo Ros. Esta profesión supone “una enorme alegría” para las nueve religiosas que integran la comunidad de las Agustinas Descalzas, dijo la priora del monasterio, la madre Dolores Jiménez.
“Ha sido un auténtico regalo del Señor el tener una vocación después de tantos años y ahora, la hermana Fabiana, tras haber estado un tiempo de prueba, profesa los votos solemnes”, añadió la priora, que confía en que “ahora vengan más vocaciones, porque la vida contemplativa es muy feliz, de entrega con sacrificio y oración por todo el mundo, el Señor sigue llamando cada día y lo que hace falta es oír esa llamada del Señor”.
Desde el pueblo de Benigànim “nos llaman mucho estos días porque dicen los vecinos que nunca habían visto una profesión solemne y nos dicen que están muy contentos y se sienten muy afortunados”, ha indicado la priora.
De hecho, en la misa de profesión de votos solemnes “intervino también la banda de música del pueblo y el coro, estamos en enhorabuena y le damos gracias al Señor”, destacó. Y concluyó asegurando que “ya saben todos que desde ayer tienen una religiosa más para rezar por todos”.