Más de 12.000 personas llenaron este pasado 29 de abril la Plaza de Toros de Valencia (España) durante la gran vigilia diocesana de la Mare de Déu. La imagen de la Virgen entró en la plaza de toros a las ocho de la tarde, portada a hombros y acompañada de los aplausos de la gente.
Seguidamente, se empezó el rezo de los tres primeros misterios del Rosario tras los cuales hubo testimonios. El primero lo dio Ana Cuenca, que habló de la alegría en medio de la enfermedad. Los siguientes fueron testimonios de vocación: la hermana Rosa y el sacerdote Enrique Baviera, que transmitieron el gozo de haber respondido a la llamada del Señor.
Entre "vivas" y cantos marianos
Finalmente, Mónica Armas habló de la tragedia del aborto, no solo para el bebé sino de las secuelas que dejó en ella. Tras el tercer misterio, los presentadores de la Vigilia, Samuel y Marta, presentadores de "encuentros" del Canal 8 Mediterráneo, prepararon a los fieles para recibir al Santísimo Sacramento, que se expuso en la custodia procesional de la Parroquia de San Jaime Apóstol de Moncada.
El diácono cantó el Evangelio de la Visitación de María a su prima Santa Isabel y el arzobispo de Valencia, Monseñor Enrique Benavent, predicó a los presentes: "Queremos darle gracias al Señor que, desde la cruz, nos regaló a María como Madre; porque nos ha cuidado y nos cuida con amor".
Impresionante fue el momento en el que las 12.000 personas presentes adoraron al Señor de rodillas e hicieron silencio meditativo. Tiempos que estuvieron intercalados por cantos eucarísticos que ayudaron a los fieles a rezar. Fueron dos horas cargadas de devoción a la Mare de Deu y al Señor.
La Virgen quiso despedirse de los presentes dando una vuelta al ruedo, mientras recibía "vivas" entre cantos marianos, poesías y aclamaciones. Finalmente salió triunfante por la puerta grande y fue trasladada en el maremovil a su Basílica.
Puedes ver aquí la vigilia con la Virgen en la Plaza de Toros de Valencia.
"A tanta gracia recibida hemos de responder con el agradecimiento", decía Monseñor Enrique Benavent. Una vigilia que ha supuesto un momento histórico para la diócesis de Valencia y que miles de testimonios así lo aseguran.