En un artículo de 2012 sobre investigaciones forenses referidas a víctimas de la Guerra Civil española (aquí en PDF) el forense Francisco Etxeberria, que ha participado en numerosas de esas exhumaciones, revela un dato poco conocido. ¿Quién fue la primera víctima de la Guerra Civil identificada por ADN? La respuesta es: Manuel Irurita Almandoz, obispo de Barcelona, así identificado en 1999.

Ahora, El Periódico de Catalunya ha entrevistado a Isabel Lobo (Tolosa, Guipúzcoa, 1953), sobrina nieta política de Irurita, que ha querido saber más sobre la figura de su pariente, en vías de beatificación como mártir.

"A principios de los 90, vi por la calle una placa: Carrer del Bisbe Irurita. Yo no tenía ni idea de quién era y me sorprendió porque mis primos se apellidan Irurita y no es demasiado frecuente. Mis padres me lo contaron: era obispo de Barcelona, lo mataron en la guerra y éramos familia política", explica al periódico.

Rumores, ¿seguía con vida?

"Aunque lo fusilaron en el 36, hay quien dice que en el 39 seguía con vida. Yo quería conocer la verdad por tres motivos: primero, porque se había puesto en marcha un proceso de beatificación y hace ilusión poder ver un santo en la familia. Segundo, por mi interés científico como investigadora médica que soy. Y, finalmente, para aclarar la cuestión política", explica Isabel Lobo.

"Lo enterraron [después de la guerra] con mucha pompa, lo que automáticamente hizo que le pusieran la etiqueta de franquista. Aunque él era apolítico, todos se han apropiado de la figura de Irurita: los franquistas por apoderarse, y los otros por marcarlo como franquista", señala.

Presente en la exhumación: la ciencia es clara

Isabel Lobo estuvo presente como única pariente en el momento de recogerse los restos para analizarlos en 1999.

"La idea me la dio el catedrático de Medicina legal de la UB, el doctor Corbella. Y contacté con Etxeberria, que como forense estuvo brillante: sacó del maletín una pinza de cirujano y en un momento cogió la muestra. En aquel momento me puse a llorar como una loca de la emoción. Tras analizarse los restos, la tumba se cerró. Intelectualmente me ha parecido muy interesante poder investigar sobre este tema, asistir a la identificación de los restos y conocer la Iglesia por dentro".

Que el cadáver de Irurita está claramente identificado parece fuera de toda duda razonable. Isabel lamenta que haya a quien "lo único que les ha interesado es el morbo y echar leña al fuego".

Ella dice que ha aprendido "que estoy del lado de la verdad científica, como Etxeberria, al que llegaron a criticar que identificara a un integrista. No se puede ir con una idea preconcebida".

(Quien tenga dudas sobre la identificación de los restos del obispo Irurita puede leer el detallado análisis de los hechos del historiador especializado en la época Jorge Teulón, aquí en ReL).

"Hacen falta católicos valientes"

En julio de 1935, Irurita predicó así: "Hacen falta ahora católicos y católicos de profundas convicciones, de voluntad decidida, de fortaleza ejemplar, valientes y dispuestos a padecerlo todo, a sacrificarlo todo, la bolsa, la nómina, la carrera, si es preciso. Pero esos hombres solo los tendremos cuando mueran todas las cosas, cuando mueran a sí mismos para vivir la vida de Jesús”. Un año después era asesinado en la ciudad que pastoreaba.

Puede divulgarse más su historia con este cómic:
https://www.cardenaldonmarcelo.es/blog/manuel_irurita_pdf.pdf