Por eso ahora nace Altum Faithful Investing (altum-fi.com), que es en España la primera EAFI (Empresa de Asesoramiento Financiero) centrada en asesorar la gestión del patrimonio con criterios cien por cien católicos.
Su lema es claro: "Invertir según la doctrina social de la Iglesia".
El madrileño Borja Barragán lidera esta iniciativa. “Estamos convencidos de que a través de algo que puede parecer tan ajeno a la moral como es el acto concreto de invertir, también se puede dar testimonio cristiano” apunta Barragán. “No hay que elegir entre rentabilidad e integridad”, insiste. Es posible tener ambas cosas.
Borja Barragán se formó en Administración y Dirección de Empresas y trabajó siempre en el mundo de la banca y la inversión, sobre todo en entidades extranjeras. En junio de 2015, en el máster de pastoral familiar, con su esposa, en el Instituto Juan Pablo II (jp2madrid.es), tomó conciencia de la importancia de servir a Dios en serio, desde la propia vocación. También en el mundo de las inversiones.
- Yo tenía fe de siempre, siempre fui católico. Pero ahí descubrí mi vocacion al matrimonio, con mi mujer Carolina. Ya llevábamos 6 años casados, ahora hacemos 10. Y también descubrí otra vocación: poder servir desde mis habilidades. Había religiosos y religiosas en el máster y me hacían preguntas sobre cómo invertir. Me di cuenta de que no estaban bien asesorados, que la composicion de carteras de inversion que tenían no era adecuada, moralmente, para una entidad católica.
- Muchas veces sí. Confían en sus bancos, que les ponen comisiones exageradas y carteras de inversión que benefician al banco pero entran en conflicto con la Doctrina Social de la Iglesia.
- No hay ningun documento vaticano que se dedique específicamente a decir cómo debe invertir un católico. Los últimos papas han tratado algo sobre el tema. Y la USCCB, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, tiene unas "guías socialmente responsables", muy buenas, que marcan la pauta a seguir para invertir con criterios católicos. Las hemos traducido y las usamos. Son pautas que beben de distintas fuentes. En España hay pocas cosas en este sentido. El obispo Munilla publicó una carta "Sobre la Economia al servicio de la persona" que está bien: es un documento practicable y razonable, de 2010, en plena crisis económica. (Puede leerse aquí la carta del obispo Munilla).
- Sí, es cierto, fue así. Yo lo vi de cerca, desde los bancos de inversión. La crisis económica vino por la crisis ética.
- En ambientes anglosajones llevan años usándose guías de inversión éticamente responsables. Y después ha llegado el "Faith Consistent Investing", la inversión coherente con la fe. El criterio "éticamente responsable" o "socialmente responsable" que usan algunas entidades no es suficiente desde un punto de vista católico. Valoran, por ejemplo, su efecto en cooperación social, ambiental, no emitir residuos tóxicos, cuidar a los stake-holders, etc... pero no controlan si, por ejemplo, una empresa invierte en investigación que destruye embriones humanos. Los católicos responsables han de dar una vuelta de tuerca extra a su forma de invertir.
- Sí: por ejemplo, dejamos de invertir en aborto, porno, embriones, etc., y lo decimos. Eso da testimonio y crea conciencia. Imagina que somos inversores en una cadena de hoteles y que les decimos que quite el porno de las habitaciones o nos vamos. Eso es algo transformador en este siglo XXI.
- Mi experiencia, en el tiempo que llevo en este tema, es que es sorprendente la falta de formacion económica o financiera de muchas personas que gestionan los bienes de entidades católicas. En Altum nos hemos registrado en la CNMV para poder dar formacion en temas economicos. No queremos crear expertos pero sí enseñar lo básico en temas de acciones, renta fija, los riesgos de cada producto...
- Hay congregaciones que tienen más dinero por sus inversiones que por su propio trabajo y no dedican a esas inversiones ni tiempo ni formación. Ya vimos la quiebra del Banco Popular, que pilló mal a muchas entidades de religiosos que, simplemente, seguían a sus asesores... A muchas entidades cristianas les cuesta asumir responsabilidades, delegan demasiado en terceros y se meten en estructuras que no saben explicar, no saben dar razón. Pero el Evangelio nos pide a todos ser buenos administradores y poder asumir nuestra responsabilidad.
- No, no hay que renunciar a la rentabilidad. Podemos y debemos mantener nuestra identidad, nuestra integridad y nuestra rentabilidad. Hay estudios que para un mismo periodo e índice bursátil muestran que la inversión ética según la Doctrina Social podría haber sido incluso más rentable. Además, eso nos permite ser más transparentes, dar razón de lo que hacemos, y así suscitar confianza entre los clientes y los fieles.
- "... no hagáis nada que no se pueda publicar, no hagáis nada que no seáis capaces de explicar". Sí, es un buen consejo. La transparencia es muy importante en nuestra época.
- Sí, pero también decía: "No escondas la luz bajo el celemín, una ciudad en lo alto no puede ocultarse". No se trata de publicar a los cuatro vientos todo lo que hace tu empresa o entidad. Pero un administrador responsable ha de poder dar razón de lo que hace. Yo digo: "imagine que viene el Papa a visitarle y quiere ver en qué invierte usted, su entidad; usted ha de poder enseñárselo todo sin que le saquen los colores".
- Nuestra empresa se llama Altum por Lucas 5,4, cuando Jesús dice "Remad Mar Adentro", en latín "Duc in altum". Los discípulos estaban cabizbajos y desanimados. Pero Jesús les anima a dar un nuevo paso, a profundizar. El inversor católico no ha de quedar aletargado y adormecido, sino dar un paso para dar testimonio también al invertir.
- Sí, es dejar la mediocridad de la inversión convencional, que al catolico no le debería convencer. El católico debe poder invertir en conciencia...
- Sí, pero Temperantia es un fondo de inversion dentro de un banco, el banco internacional Julius Bar. Al final, se debe al banco. Altum, en cambio, nace en septiembre de 2017 porque muchos clientes de entidades religiosas me animaban a trabajar de manera independiente. En Altum servimos a las entidades católicas, no a un banco. Obtuvimos la aprobación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y quedamos registrados como una EAFI (Empresa de Asesoramiento Financiero). Hay unas 200 eafis registradas en España.
- ... pedimos que los valores en los que invertimos entren al cien por cien en la Doctrina Social católica. Tenemos 4 pilares: defensa de la vida, defensa de la familia, defensa de la dignidad humana y protección de la Creación. Además, el 100% del beneficio distribuible de Altum se repartirá en proyectos con 3 objetivos: que fomenten la oración, las misiones y las vocaciones. El "beneficio distribuible" es lo que queda para destinar a reservas o a dividendos de accionistas, después de pagar costes y salarios. Nuestros sueldos en Altum se rigen por el reglamento de los sueldos de funcionarios europeos, el salario del consejo de Altum es público y lo publicamos en auditoria interna. Me molestaría que alguien piense que queremos servirnos de la Iglesia para obtener beneficio. No: nuestro objetivo es poder vivir de nuestro trabajo, sí, con un salario legitimo, pero sin lujos, sin stock options ni nada similar.
- Estamos empezando a apoyar la película de Juan Manuel Cotelo, sobre el perdón, un tema evangelizador. Apoyamos un proyecto de Ayuda a la Iglesia Necesitada para los cristianos que vuelven a la llanura de Nínive, en Irak. Hemos hablado con un sacerdote implicado allí, nos cuenta que sus testimonios suscitan a veces conversiones de musulmanes. Y otro proyecto es el orfanato de las Franciscanas Siervas de Maria en Dakar. Estuvimos allí, comocimos de cerca a sor Justina en Dakar. Recogen niños cuyas madres mueren al dar a luz. Acabamos de empezar, aún no tenemos beneficios, pero ya estamos apoyando estos proyectos.
- Muchas eafis se dedican solo a grandes congregaciones y grandes patrimonios. Pero nosotros queríamos algo católico también en el sentido de universal: que cualquiera pueda acceder, hasta una abuela con sus ahorros. En Temperancia pedíamos trabajar con fondos de al menos 50.000 euros y nos decían: "esto es para ricos". Así que ahora tendremos algo transgresor, el Fondo Altum Faith Consistent Equity Fund, que puedes empezar a trabajar con él desde los 100 euros. ¡En otros países hay fondos que piden mínimo 10.000! Nosotros somos accesibles para todos e independientes ante todos.
Para más información sobre Altum y sus opciones de inversión según la ética católica:
altum-fi.com
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"Es necesario esforzarse por implantar estilos de vida, a tenor de los cuales la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como la comunión con los demás hombres para un crecimiento común sean los elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones.
[...] la opción de invertir en un lugar y no en otro, en un sector productivo en vez de otro, es siempre una opción moral y cultural. Dadas ciertas condiciones económicas y de estabilidad política absolutamente imprescindibles, la decisión de invertir, esto es, de ofrecer a un pueblo la ocasión de dar valor al propio trabajo, está asimismo determinada por una actitud de querer ayudar y por la confianza en la Providencia, lo cual muestra las cualidades humanas de quien decide".
(San Juan Pablo II, año 1991, Encíclica Centessimus Annus, 36).