La más famosa es la conocida como “La Colosal”, una imagen de la Inmaculada que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Ahora Sevilla, gracias a la colaboración de El Corte Inglés, ha querido hacer un homenaje a este hijo de la ciudad.
Para ello, se ha desplegado en la fachada del centro comercial que está situado en la céntrica plaza del Duque de la Victoria un gigantesco mural que muestra parte de esta Inmaculada por la que es mundialmente conocido.
El lienzo tiene unas dimensiones de 26x14metros ocupando 364 metros cuadrados de la fachada de El Corte Inglés de la Plaza del Duque y en el montaje de su estructura se han empleado más de dos semanas. Estará colocada en este lugar, al menos, hasta final de año.
La iniciativa se enmarca en el Año de Murillo con el que se sigue celebrando el centenario y ha sido coordinada entre la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Sevilla y El Corte Inglés, que además conmemora así los 50 años de su presencia en la capital andaluza.
Además, han participado miles de sevillanos, puesto que el proyecto se denominaba “Pinta tu murillo”. En total se enviaron 17.000 piezas en la que los ciudadanos pintaban la Inmaculada. Y con un programa informático se han utilizado para dar forma a esta grn obra de Murillo que ahora preside la plaza.
Murillo cambia el estilo de representar a María triunfante que habían traído pintores anteriores a él como Pacheco o Velázquez. ¿La gran novedad? Viste a María de blanco, con una túnica sencilla e inmaculada, y le da vuelo al manto azul. De la lectura del Apocalipsis toma solo la luna bajo sus pies y, para representar aquello de que iba ‘vestida de sol’, coloca una luz anaranjada tras cada Inmaculada, prescindiendo de la corona de estrellas que sí usaron Pacheco y Velázquez.
Una de las primeras Inmaculadas que pintó Murillo fue ‘La Colosal’, que por suerte conservamos en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Se hizo para el arco de la iglesia del Convento de San Francisco, que estaba donde hoy se abre la Plaza Nueva. Dice la tradición que cuando Murillo presentó el cuadro, a los franciscanos no le gustó demasiado. Pero Murillo sabía que su cuadro no estaba realizado para ser visto a ras de suelo. Una vez que se colocó a su altura, los monjes cambiaron su visión sobre la obra. No hay que obviar que este lienzo mide tres metros de ancho y casi cuatro y medio de alto. Por algo es ‘La Colosal’. De hecho, su tamaño fue lo que hizo que el napoleónico Mariscal Soult no pudiera llevársela durante la invasión francesa, y se quedara recluida en el Alcázar.