La Agenda 2030 es una iniciativa "cargada de buenas intenciones". La idea de impulsar una agenda global como respuesta a los problemas más acuciantes de la humanidad es algo en lo que la Santa Sede "creía y sigue creyendo". Sin embargo, esto no significa que Roma acepte íntegramente todos y cada uno de los 17 objetivos y 169 metas planteadas o que comparta todas las interpretaciones que de los mismos han hecho los estados o las agencias internacionales.  

Esta salvedad ha estructurado la parte más sustancial de la lección magistral La Santa Sede y la Agenda 2030, que el nuncio apostólico de la Santa Sede en España, Bernardito Cleopas Auza, ha pronunciado en la Universitat Abat Oliba CEU (UAO CEU).  

Colonización ideológica

Las objeciones comienzan por una cuestión numérica. Hay demasiados objetivos, a juicio del nuncio. Con tal número, "corremos el riesgo de dejar de lado los más necesarios y urgentes". Además, aprecia que algunos de ellos son pocos realistas, "utópicos" en algún caso. Por tanto, la opción de la Santa Sede habría sido una agenda con "menos objetivos, los más fundamentales, para no perder energía ni financiación en propósitos que, a veces, no son realistas".  

Pero la principal advertencia del nuncio ha sido la relativa al riesgo de que la Agenda 2030 se convierta en un instrumento de lo que el Papa Francisco denomina "colonización ideológica". Sucede así cuando se proponen "soluciones preconfeccionadas" que responden más "a las prioridades del país donante que a las necesidades de los países receptores".  

Auza, que encabezaba la Delegación de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en el proceso de negociación de la Agenda 2030, ha puesto sobre la palestra una lógica que lesiona la autonomía de las naciones receptoras. "Se establece un nexo directo entre la aprobación de ayudas y la adopción de ideologías". De esta forma, se da una "imposición de modelos de vida" ajenos a la cultura del país. "Existe la tendencia y la intención de imponer una forma de pensamiento". En este sentido, ha citado expresamente el caso del África Subsahariana.  

Además, siguiendo las observaciones ya manifestadas por el Papa, Auza también se ha referido al "nominalismo declaracionista" del que peca la Agenda 2030. "Es el peligro de las organizaciones que toman decisiones no vinculantes", caer en la práctica de "apaciguar las conciencias con declaraciones solemnes y agradables".  

Finalmente, y tras volver a subrayar, que la Santa Sede "está de acuerdo con la mayoría de objetivos y metas", el nuncio se ha referido a algunos conceptos incluidos en la Agenda 2030 sobre los que se han formulado reservas. Así, cuando la Agenda 2030 habla de género, la Santa Sede aclara que debe ser entendido según una noción fundamentada en el "criterio biológico". De la misma manera, prefiere la expresión "promocionar" a la de empoderar y subraya que dentro el derecho a la salud sexual y reproductiva no puede caber el aborto, ni el aborto como derecho.  

Sobre este último, ha destacado que "jamás ningún documento de la ONU ha mencionado el aborto como derecho. Esto es cosa de la interpretación propia de algunos países y, desgraciadamente, de algunas agencias de la propia ONU".  

 

Aquí puedes ver la ponencia completa del nuncio del Vaticano en España.

La lección magistral del nuncio y las intervenciones mencionadas se han producido en el contexto de la celebración del acto de la festividad de la Conversión de San Pablo, patrón de la UAO CEU.