El cardenal Antonio Cañizares ha hecho una defensa de la educación concertada ante las “inconcebibles” declaraciones del presidente del Gobierno en la que anunciaba ayudas extraordinarias para la escuela pública para paliar las consecuencias de la pandemia de coronavirus dejando fuera de ellas a los miles de colegios concertados y de iniciativa social existentes tanto en Valencia como en el resto de España.
De este modo, en rueda de prensa el arzobispo de Valencia ha hablado de la Educación “que reclama y exige equidad en la atención a sus derechos inalienables como es el de la educación en condiciones equiparables a lo que es iniciativa estatal y obra y obligación del Estado”.
"No es propio de un presidente"
Por ello, el purpurado señaló que “cuando el Presidente del Gobierno anunció la distribución de ayudas económicas a las Comunidades Autónomas, también anunció que se iba a ayudar a la sanidad pública y puso un gran énfasis a la escuela pública, y eso no es propio de un presidente del Gobierno, usted está para todos, no para unos pocos”.
Tal y como recoge la Archidiócesis de Valencia, el cardenal Cañizares agregó que la Educación completa “la visión de la Iglesia al servicio de las personas, al bien común y a la sociedad por cuanto viene haciendo tan destacadamente en este campo”.
En referencia a la Educación de iniciativa social, como son los colegios diocesanos de la Archidiócesis de Valencia, que se encuentran en las zonas más deprimidas y atienden a los niños y sus familias en situación de vulnerabilidad, ha recordado que “los cuatro mejores colegios de la Comunidad Valenciana son de iniciativa social. No hay ningún colegio público tenga el número de integración que estos atienden, ni ninguno que tenga esos ´veranos diferentes`, en los que tienen atención diaria, incluso con comida y vestidos para estos chavales”.
Así, ha recordado la labor de los 65 colegios diocesanos “que están haciendo una obra admirable”. Entre ellos ha puesto como ejemplo el de Santiago Apóstol, en Marchalenes; el de los Desamparados, en Nazaret-La Punta; el de Santiago, del Cabañal; y el Niños Huérfanos de San Vicente, en San Antonio de Benagéber, porque “todos ellos son modélicos y dignos del mayor encomio y honor”.