Esto es posible en Barcelona gracias a la implicación de la parroquia de Santa María Reina, en el barrio rico de Pedralbes (www.parroquiadepedralbes.com), y su red de benefactores y voluntarios. Se necesita que cada día colaboren entre 8 y 10 voluntarios en el comedor.
El comedor social parroquial, llamado “El Pa de Sant Oleguer” (El Pan de San Olegario) cumple dos décadas y el cardenal de Barcelona, Juan José Omella lo visitó en el tercer domingo de cuaresma, con el párroco e impulsor del proyecto Jaume González Agapito. La misa de acción de gracias llenó de gente la parroquia.
La cosa empezó pequeña: el párroco, González Agapito, un antiguo diplomático vaticano en las nunciaturas de Sudán y Brasil, acogió el 1 de octubre de 1997 a unos pobres en su casa para darles de comer. Pocos meses después, con la ayuda de feligreses y voluntarios, la parroquia abría el comedor social.
“Desde esos inicios la respuesta de los colaboradores, amigos, simpatizantes y de los mismos necesitados ha sido estupenda en su cantidad, en el talante de la colaboración y en el ambiente que se ha creado”, asegura el párroco.
En julio de 2006 un incendio destruyó las instalaciones pero la parroquia perseveró y abrió con locales más grandes, atendiendo a los necesitados de los barrios de Sarriá-San Gervasio, Valle Hebrón y Gracia.
Los platos se cocinan y se sirven al momento, y cada comensal es recibido personalmente con las sonrisas de los voluntarios.
En su visita, el cardenal Omella lo alabó como un ejemplo de “salir a las periferias a ayudar a los más necesitados”. Aprovechó también para recordar la figura de San Olegario, que da nombre al comedor, que en el siglo XII fue obispo de Barcelona: sus restos descansan en su catedral.
(Fotos de la jornada aquí en el Facebook de la parroquia)
- »"El pa de Sant Oleguer" no quiere ser la "sopa boba" de un convento.
- »Los necesitados son tratados como personas y se les procura atender como al mismo Cristo.
- »Los necesitados son atendidos como 'invitados' de la Parroquia. Deben ser siempre tratados, no únicamente con respeto, sino con los cumplidos que nuestras disponibilidades permitan para estos invitados de Dios.
- »Todo esto no quiere decir, que se permita el desorden y que los invitados puedan comportarse groseramente. De ellos esperamos la misma consideración con que son tratados. También que respeten el barrio y las casas de los vecinos más próximos.
- »A partir de las 17,00 h. la puerta de la calle Monederos abre. Los usuarios pueden esperar, sentados, en el interior de la parroquia.
- »Se procura que la calidad de la comida que se ofrece sea excelente, como si nos la hiciéramos para nosotros mismos.
- »Nunca los alimentos se deben dañar en nuestra despensa. Los que no podemos emplear y tiene el riesgo de deteriorarse, se lleva rápidamente al Cotolengo y a los monasterios de clausura más necesitados.
http://www.parroquiadepedralbes.com/ca/Oleguer?lang=es&