El niño de ocho años fue hallado muerto en el maletero del coche de la novia de su padre tras 12 de días de búsqueda en la que toda España se movilizó. Las lágrimas y el dolor se mezclaron también con los aplausos con los que miles de vecinos de Almería quisieron recibir el féretro a su llegada a la catedral.
En el funeral estaban presentes numerosas autoridades como la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido; así como la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.
En su homilía, monseñor González Montes destacó que Gabriel, de 8 años, era “un niño sonriente que nos tenía a todos cautivados”. “Gabriel no tuvo tiempo de que su corazón se pervirtiera la maldad que transversalmente alcanza a los adultos y su muerte violenta le acerca de una manera muy especial a Cristo, víctima de la cruel violencia de su pasión y cruz”.
Dirigiéndose especialmente a sus padres, Ángel y Patricia, el obispo les ha recordado que “Gabriel está con Jesús, que acogía a los niños que se le acercaban pero sus padres y familiares necesitan de nuestra plegaria para que Cristo sea su fuerza y la nuestra en esta hora difícil”.
Ahora, agregó, este pequeño niño que lleva el nombre del arcángel que anunció a María que daría a luz al Salvador, “acompañará a sus padres y abuelos desde el cielo”.
El prelado recordó que la fe “consuela, no es una mera ilusión ni fantasía” y añadió que “para que la sociedad torne más humana hay que recibir el mensaje del evangelio".
"Gabriel está en manos de Dios y en este momento, en que el cuerpo de este pequeño va a ser llevado al sepulcro, oremos para que conceda a sus padres y familiares ánimo para sobrellevar cristianamente su dolor", ha afirmado.
Antes de concluir las exequias, González Montes ha trasladado su pésame "personal y de todo el pueblo de Dios" a los padres del niño y les ha pedido que "tengan plena confianza en la ternura y misericordia del Señor" al tiempo que ha alabado la solidaridad con la que ha reaccionado la sociedad "antes hechos que perturban la paz social truncando la vida, apenas la infancia".