Este lunes se produjo la tercera emisión del programa, que cosechó casi un 14% de la audiencia y 1,8 millones de espectadores. Fue una jornada poco convencional y que sorprendió sobremanera a los participantes.
La invitada del programa no era otra que un monja. Se trataba de la madre Rosa, superiora de las dominicas de Nuestra Señora de Nazareth que son responsables de la residencia ‘El Refugio’, una obra de la Hermandad y Hospital de la Caridad y Refugio de Granada, fundada en la época de los Reyes Católicos, cuyas primeras constituciones datan de 1513.
El centro fue hospital de mujeres hasta 1910 y a partir de ahí, se convirtió en residencia de ancianas hasta la fecha. Es una residencia de confesión católica, donde viven 64 ancianas y se les cuida con dedicación y cariño en su vejez.
La residencia "El Refugio" en los últimos 153 años de funcionamiento ha estado atendida por las hijas de la Caridad pero debido a su avanzada edad se retiraron, y por petición de la Hermandad al arzobispo, las religiosas dominicas hijas de Nuestra Señora de Nazaret llegaron en 2015 a Granada para encargarse de la tarea pastoral de la Residencia "El Refugio".
La prueba a la que se enfrentaban los participantes de Maestros de la Costura era la confección de hábitos de esta congregación domínica. Concretamente diez de los cuales seis irían a Granada con ellas. Aunque la tarea no se presentaba nada fácil para ellos que nunca pensaron que se enfrentarían a un hábito religioso.
La madre Rosa aseguraba que “nos llamaron porque uno de los redactores nos conocía, porque es de allí de Granada, y tras varias conversaciones acordamos que sí. Ellos querían que fuese para algo benéfico, y nosotras vimos que no era un programa de ridículo. Las hermanas no conocían a los diseñadores, sólo habían oído hablar de Caprile”.
Uno de los concursantes muestra al jurado su diseño del hábito dominico
La madre Rosa hizo de modelo para que los concursantes pudieran fijarse a la hora de realizar las distintas partes del hábito, túnica, escapulario y esclavina. El objetivo era que cada religiosa, de las seis que llevan ‘El Refugio’ pudiera llevarse un hábito del programa, que les durará entre 6 y 8 años, según explicó la religiosa.
Tenían 90 minutos para esta prueba. "Lo llevo viendo toda la vida en el colegio de monjas pero nunca me había planteado hacerlo", confesó por su parte Alicia, la madrileña de 23 años que es una de las benjaminas del grupo.
Sin embargo, el resultado de los concursantes no fue suficiente para el jurado, que no dio el aprobado y consideró que la mayoría de los hábitos no eran dignos para que los usaran estas religiosas dominicas.
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