Este sábado, en la catedral de Santiago, tomó posesión como nuevo obispo de Bilbao el hasta ahora obispo auxiliar de la diócesis, Joseba Segura Etxezarraga, de 63 años, en una ceremonia que presidió el nuncio del Papa en España, Bernardito Azua. Veinticinco obispos acompañaron a monseñor Segura, y encabezó la representación civil el alcalde de la ciudad, el peneuvista Juan María Aburto.
Monseñor Segura fue nombrado por el Papa para la sede vizcaína tras la designación de su predecesor, Mario Iceta, como arzobispo de Burgos.
El nuncio y el nuevo obispo rezaron durante unos minutos en la capilla del Santísimo Sacramento antes del comienzo de la ceremonia. Posteriormente, en su homilía, el prelado vasco afirmó que "no hay seguimiento de Jesús sin devoción por Cristo", y que quien comparte la autoridad de Cristo “no se enreda en análisis negativos sobre la situación social o sobre las debilidades de otras personas o grupos": "Hace propuestas y las hace con convicción. Y pone su vida por delante. No pongamos demasiada energía en señalar las contradicciones y debilidades que observamos en otros, los signos de ignorancia, la desintegración de convicciones humanistas y los peligros varios que algunos análisis destacan”. "Busquemos" más bien, continuó, "modos y maneras de que nuestro mensaje llegue a nuevas personas" y "gastémonos entre la gente sin dar lecciones a nadie".
Monseñor Segura, durante su primera misa como obispo de Bilbao. Foto: Diócesis de Bilbao.
Monseñor Segura concluyó su homilía pidiendo al Espíritu Santo "que renueve nuestros mensajes y testimonios, y así podamos reflejar un poco más a aquel Jesús que hablaba con autoridad humilde”.
Posteriormente, al finalizar la misa, dio las gracias a Jesucristo ("Inicié mi ministerio presbiteral convencido de que sabía de Quién me fiaba, y el tiempo no hace sino confirmar de muchas maneras aquella primera confianza”) y a la Virgen María, bajo cuya protección quiso poner el inicio de su ministerio "como alguien que, tal vez afectado por los peligros de las muchas letras, pide ayuda a la amatxu [madre] de Begoña para recuperar la limpieza de corazón, esa que, como se nos dice en las bienaventuranzas, nos permite ver a Dios y así poder ver, desde Dios, las cosas con mirada fresca, sencilla y confiada”.
El ya obispo de Bilbao, su ciudad natal, fue ordenado sacerdote en 1985. Es licenciado en Psicología y doctor en Teología por la Universidad de Deusto, y a mediados de los años 90 realizó un máster en Economía en Estados Unidos, en el Boston College. Entre 2006 y 2017 fue misionero en Ecuador y desde 2019 era obispo auxiliar de la diócesis.