Benicio Heredero, de Toledo, fue generoso durante muchos años con Manos Unidas, la misión de la diócesis en Moyobamba (Perú) y las actividades de Cáritas con personas sin hogar en Toledo. Cuando murió dejó 156.000 euros para beneficencia que ahora se distribuirán, tal y como fue su última voluntad, a ayudas de emergencia para familias de todos los programas de Cáritas y también para cristianos perseguidos en Siria.
El equipo directivo de Cáritas Diocesana de Toledo con el objetivo de hacer una gestión eficaz y adecuada de la herencia de 156.000 euros que el toledano Benicio Heredero dejó a la institución ha creado el Fondo de Ayuda “Legado Benicio Heredero”, que se destinará, durante tres años, a ayudas de emergencia para familias de todos los programas de la entidad y a los cristianos sirios bajo persecución.
Benicio Heredero, que falleció con 92 años en mayo de 2017, fue un hombre de mucha fe, muy generoso y muy comprometido con los más necesitados, tal y como puso de manifiesto durante su vida, siendo gran benefactor de Cáritas, Manos Unidas, la Misión diocesana en Moyobamba, etc…
Asimismo tanto él como su hermana colaboraron económicamente con Hogar 2000 (el programa para personas sin hogar), con la construcción del gimnasio para los residentes y la compra de una furgoneta para el centro.
El equipo directivo con este Fondo de Ayudas que destinará a familias en caso de emergencia quiere seguir manteniendo la colaboración que hasta su fallecimiento tuvo Benicio Heredero con los más necesitados de la ciudad, estando, según recuerda Marisa Martínez, durante muchos años directora de Cáritas y amiga personal de Benicio, “siempre atento a las emergencias y a las peticiones que desde Cáritas le hacíamos”.
Asimismo el equipo directivo da las gracias a Marisa Martínez y a todas las personas que han colaborado en que se cumpliera la última voluntad de Benicio Heredero.
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