El Obispado de Barbastro-Monzón ha presentado este lunes en el Juzgado de Primera Instancia de Barbastro una demanda para reclamar por la vía civil la devolución de los 111 bienes de las parroquias de la diócesis que actualmente se encuentran retenidos en el Museo de Lérida.
Se trata de un juicio civil contra el Consorcio del Museo de Lérida Diocesano y Comarcal, que es quien se opone a la devolución de los bienes. Según informa la agencia SIC, en la demanda figura también el Obispado de Lérida, a pesar de su buena voluntad, porque es quien los tiene en depósito.
En este sentido, conviene subrayar que el 31 de octubre de 2017 hubo un acto de conciliación en el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Lérida en el que el Obispado de Lérida ratificó que los 111 bienes de la demanda son propiedad de la diócesis de Barbastro-Monzón, pero que no puede devolverlos porque se encuentran retenidos por el citado consorcio (el patronato que lo rige, y del que forma parte el propio obispado, no le permite su extracción).
El objetivo de la demanda es poner fin a una problemática que se inicia en 1995, con la modificación de los límites de las diócesis de Lérida y de Barbastro, lo que suponía un cambio en la situación patrimonial de bienes artísticos que habían sido trasladados desde diferentes parroquias hasta el Museo Diocesano de Lérida para su estudio y difusión.
De acuerdo con el decreto “Illerdensis-Barbastransis de finium mutatione”, de 15 de junio de 1995, el patrimonio de las parroquias aragonesas transferidas de la diócesis de Lérida a la de Barbastro-Monzón debía retornar a las parroquias propietarias.
Se inició a tal fin un largo proceso eclesiástico en el que, en diferentes instancias (la última fue el decreto definitivo del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica) se estableció en resolución firme que las 111 piezas que se reclaman estaban en el obispado de Lérida a título de depósito y no de propiedad y se obligaba la devolución al obispado de Barbastro-Monzón.
La pretensión de la diócesis de Barbastro-Monzón, afirman desde el obispado, siempre ha sido mantener y construir unas buenas relaciones de vecindad con Lérida, mucho más entre diócesis hermanas, de comunidades vecinas. Se llega a interponer una demanda civil ante las reiteradas negativas de las diversas instancias a la petición de que permitan cumplir lo ordenado por la sentencia definitiva del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica.