David Rodríguez Luna, sacerdote de 40 años y párroco de “Jesucristo, Redentor” en Talavera de la Reina falleció este jueves mientras atendía pastoralmente la capellanía del cementerio municipal de la ciudad.
Este sacerdote fue el pionero e impulsor de una exitosa iniciativa llamada “Feria de dulces de monjas de clausura” que ya ha alcanzado su octava edición. La última se celebró el pasado mes de mayo y contó para su inauguración con el cardenal Amigo, arzobispo emérito de Sevilla.
Gracias a la labor de David Rodríguez, 63 monasterios de toda España pudieron ofrecer más 150 variedades de delicias artesanas con lo que se ayuda así al sostenimiento de estas comunidades religiosas.
Un sacerdote querido por sus fieles
El sacerdote Jorge López Teulón, capellán del Colegio “Compañía de María” de Talavera, define así al párroco recién fallecido: “Lo cierto es que el cura del Barrio, como popularmente se le llamaba a don David era un celoso sacerdote. Era párroco del Barrio de Santa María en Talavera de la Reina; de ahí que le llamasen así. Aunque en su empeño personal nunca quería que se desligasen de su cargo el recuerdo para los barrios de El Paredón y de San Antonio, ambos dependientes de la parroquia Jesucristo Redentor.”
Igualmente, hace unos meses recibía el nombramiento como capellán del Destacamento de Artillería del Ejército de Tierra del Cerro Negro, distante a pocos kilómetros de Talavera. “De hecho, hace unos meses, había acompañado a los militares en unas maniobras” según explica López Teulón.
Según explican en el arciprestazgo de la ciudad “tenía un sinfín de proyectos. También había publicado un trabajo titulado Desamortización y monjes jerónimos: Extinción y restauración de una orden monástica. Desde la vicaría para el clero se ha transmitido lo siguiente: “Buen amigo y muy buen sacerdote. La labor que hacía David pocos la hacen: acercarse y atender las necesidades de los más pobres. Descanse en paz. Recemos por su familia“.