Las clarisas franciscanas gestionan en Málaga una casa para acoger personas necesitadas. Popularmente se le llama 'el Cottolengo de Málaga', pero su nombre oficial es la Casa del Sagrado Corazón, y el pasado viernes, 16 de junio, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, celebraban su fiesta, hermanas, voluntarios y residentes, como una gran familia.
¿Qué tipo de persona acaba residiendo en esta casa? Algunos pasan muchos años, otros pocos, o unos meses. Hay de todo, y bastante distinto a lo que podía haber hace 20 o 40 años, según explica el reportaje de Beatriz Lafuente en la web de la diócesis de Málaga.
Janice, con Alzheimer: la Policía la encontró en la calle
Un ejemplo clásico es el de Janice, una anciana con algún tipo de alzheimer, encontrada en la calle. Es clásico acoger ancianos con alzheimer, pero no tanto que los encuentre la Policía por la calle y no se sepa de su familia ni origen.
"Se llama Janice, no llega a los 70 años, estaba totalmente desorientada y no podía articular palabra", explica el director del Cottolengo de Málaga, Patricio Fuentes. La Policía la encontró en la calle, entre unos coches. Primero la llevaron a un hospital, luego a otro.
"Parece que estuvo empadronada en Coín, pero en régimen de alquiler. No se sabe nada más de ella, excepto que padece algún tipo de demencia o Alzheimer y que ha vivido bastante tiempo en la calle". Los trabajadores sociales del hospital la remitieron a la casa del Sagrado Corazón porque "allí no podían hacer nada más por ella. Sólo necesitaba cuidado y cariño".
Javier Luque, auxiliar de enfermería de la Casa, detalla que la mujer, al llegar, "comía con las manos, encorvada con el plato sobre las piernas. No quería usar los cubiertos. No había manera de que durmiera en una cama, ya que tiene una desviación de columna muy importante, y se pasaba las noches en un sillón con una mantita".
Poco a poco su situación ha ido mejorando. Ahora se ha adaptado al comedor, usa los cubiertos "e incluso repite". Ya duerme en la cama y hace tareas de casa, como doblar ropa o barrer. Javier explica que ahora "es muy cariñosa; en cuanto nota un poco de afecto, a todo el mundo le dice “thank you”. El cambio ha sido milagroso".
Philip, cristiano de Siria necesitado de trasplante
Philip es un joven residente de la casa, que se acaba de graduar de Bachillerato. En la casa lo celebran porque viene de circunstancias especialmente complicadas. Llegó de Siria en 2019, y tenía un cáncer del sistema linfático. Necesitaba un trasplante que no podían hacerse en Siria. Llegó a España junto a su madre como posible donante, y dos años después llegaron a Málaga su padre y sus dos hermanos.
Philip celebró hace poco con sus padres, cristianos sirios, haber sacado el bachillerato. Llegó a Málaga hace 4 años, huyendo de la guerra y con una grave enfermedad que necesitaba un trasplante; encontraron apoyo en la Casa del Sagrado Corazón de Málaga.
De técnico de Telecomunicaciones a acogidos en el Cottolengo
Por esta casa del Sagrado Corazón ha pasado también una familia venezolana. Feli es técnico de Telecomunicaciones, Carolina es licenciada en Administración de Empresas, con 10 años de experiencia en un banco. Llegaron como refugiados políticos con su hijo Matías. Sus títulos no se convalidan en España y no les sirven para encontrar trabajo.
"Estuvimos un mes viviendo en el Cottolengo de Málaga. Ha sido una experiencia excelente, de verdad. Nos han atendido muy bien. La acogida en España ha sido muy buena. Llegamos como refugiados políticos, pero no contamos con ningún respaldo, sobre todo para la vivienda. Hasta que hemos encontrado un trabajo, el alquiler ha sido nuestro principal problema porque, al llegar a España, nuestros títulos no están homologados", detalla el padre de familia. En las parroquias de la Divina Pastora y el Buen Pastor han recibido ayuda, "para levantarnos, tener fe y continuar con la esperanza". Hoy ya tienen trabajo y pueden pagar su alquiler.
La Casa del Sagrado Corazón no recibe ninguna subvención pública. Funciona por el trabajo de las religiosas, de muchos voluntarios y de unos pocos trabajadores. Es posible ayudar a la casa con sus gastos mediante donativos o suscripciones mensuales, que desgravan en la declaración de la renta. Se puede donar a través de BIZUM con el código 01788 o rellenando el formulario en su web:
casadelsagradocorazon.es
Reportaje de Testigos Hoy, de Canal Sur, en 2018, sobre esta Casa del Sagrado Corazón (12 minutos).