Además, Felipe VI y Letizia han clausurado la exposición Signum. La Gloria del Renacimiento, que se ha llevado a cabo en la antigua iglesia de la Compañía de Jesús.
El 9 de enero de 1998, San Juan Pablo II concedió a la ciudad de Caravaca de la Cruz la concesión de la celebración de un Año Jubilar a Perpetuidad en torno a la devoción a la Vera Cruz, a celebrar cada siete años, sumándose de esta manera a los otros jubileos que se celebran también a perpetuidad en Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana.
Con esta visita a Caravaca de la Cruz, los Reyes ya han acudido los considerados tres lugares santos para los cristianos que hay en España desde que accedieran al trono: Santiago de Compostela, donde se encuentra la tumba del Apóstol; Santo Toribio de Liébana, que custodia el mayor fragmento del “lignum crucis”; y Caravaca de la Cruz, donde se guarda otra parte de la cruz de Cristo.
Es la tercera vez que Felipe de Borbón visita Caravaca, la primera como monarca, ya que en las otras dos ocasiones lo hizo siendo Príncipe de Asturias. La primera fue el 17 de enero de 2001, y en el libro de honor de la Cofradía de la Vera Cruz, plasmó su deseo de regresar a Caravaca: “Como Hermano de Honor y como cristiano, tengo la enorme alegría y emoción de venir por primera vez al Santuario de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca. Agradezco a la Cofradía sus generosos presentes y espero poder volver a este lugar de peregrinaje con ocasión del Año Jubilar 2003, para volver a sentir la emoción y devoción ante la Cruz de Caravaca. Con todo afecto. Felipe. Príncipe de Asturias. 17 de enero de 2001“.
Cumplió su promesa y regresó a Caravaca el 18 de septiembre de 2003, durante la celebración del primer Año Jubilar a perpetuidad. Don Juan Carlos y Doña Sofía, reyes eméritos, visitaron también Caravaca en dos ocasiones, como Príncipes de Asturias en 1974 y como Reyes de España en 1980.