El sacerdote Antonio Cartagena Ruiz se despidió este viernes mediante una emotiva carta tras 32 años de servicio en la Comisión Episcopal del Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal Española. Entre 1985 y 1993 fue director del secretariado de Pastoral Obrera, y desde entonces en adelante director del secretariado de la comisión, donde será sustituido por Luis Manuel Romero, sacerdote de la diócesis de Mérida-Badajoz.
"He querido ser fiel al Evangelio, a la Iglesia y a los laicos, siendo alegre testigo de Jesucristo", afirma en la misiva, dirigida a colaboradores y entidades con quienes ha estado en relación constante a lo largo de las tres últimas décadas. En particular, confiesa que fue para él un "aldabonazo tremendo" "el contacto con los pobres, su sufrimiento, sus necesidades, su religiosidad sencilla y popular, sus carestías humanas".
"Esta no quiere ser una carta de despedida", explica, "sino de comunicación fraterna y agradecida y para desearos a todos y cada uno de vosotros muchos ánimos, fuerza y fe en Jesucristo", para que, "confiados en la ayuda de su Madre, sigamos todos construyendo el Reino". "Los tiempos actuales son recios, no basta con la buena voluntad, como sabéis bien", concluye.
Monseñor Cartagena regresa para su próximo encargo pastoral a Guardamar del Segura (Alicante), donde nació en 1939. Allí colaborará en la parroquia de San Jaime Apóstol, que ya fue su destino mucho tiempo atrás. Ordenado sacerdote en 1964, y tras variados desempeños parroquiales, su presencia constante en las entrañas de la Conferencia Episcopal le hizo muy conocido a nivel internacional (por la participación en numerosos congresos y encuentros del laicado católico) y también en el ámbito político y sindical por su frecuente presencia en los congresos de PP, PSOE, UGT y CCOO, entre otros.