La Conferencia Episcopal Española ha puesto al frente de su Secretaría General al obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello García. Se trata de un religioso en el que se combinan de forma inusualmente ajustada el rigor, el equilibrio, y la moderación con las convicciones firmes y la sensibilidad social.
Argüello nació en 1953 en la localidad palentina de Meneses de Campos, donde cursó estudios primarios, pero pronto se trasladó a Valladolid. Ya allí estudió bachillerato en el colegio de Lourdes, de los Hermanos de La Salle -centro en el que sería docente casi cuatro años- más tarde en la Universidad, de la que llegó a ser profesor de Derecho Administrativo, y finalmente en el Colegio de los Agustinos Filipinos, donde cursó Teología.
La suya fue una vocación tardía, y muy firme, que le llegó a los 30 años, cuando tenía una vida civil asentada y era ya una figura respetada, en parte, por su condición de activo presidente local de la organización Justicia y Paz.
Luis Argüello García, obispo auxiliar de Valladolid, un hombre que mide las palabras, nuevo portavoz de los obispos españoles (foto de Fernando Villar, Efe)
Argüello vivió en carne propia el desconcierto que provocó en algunos su vocación, que le retiró, de facto, de la escena pública de la ciudad en la que aún vive. Ha ocupado la vicaría del Arzobispado en distintas etapas, y siendo obispo José Delicado Baeza se le encomendó la dirección del Seminario Diocesano tarea que desarrolló durante 14 años, entre 1997 y 2011.
Ideológicamente próximo al pensamiento del personalismo francés de Emmanuel Mounier, así como a los nuevos discursos sociales sobre el bien común y la sociedad de los cuidados, la suya es una religiosidad de fuertes convicciones espirituales, pero no menos intensa sensibilidad social.
Argüello encarna una fe asentada en la razón, que no reniega del debate ni de la discusión, pero que siempre reivindica el carácter central de la conversión a Cristo como eje fundamental de la existencia.
Su preocupación por el rigor le lleva a ser muy cuidadoso con las palabras, pero sin que ello implique ambigüedad, sino más bien respeto al otro y a su dignidad como ser pensante y sintiente. Firme en la defensa de los valores de la fe, no lo es menos en la defensa del diálogo y de la capacidad de entendimiento de los hombres.
En estos tiempos revueltos e inciertos, si todavía es posible construir puentes para acercar posiciones y hallar puntos de acuerdo, Argüello podría ser el hombre adecuado para conseguirlo.
(El autor de este perfil, Vidal Arranz, es periodista en Valladolid y autor del blog La Mirada Impertinente en ReligionEnLibertad)
Este miércoles ha comparecido ante la prensa Luis Argüello por primera vez como secretario general de la Conferencia Episcopal