Ante la situación de fractura social que está afectando en estos momentos en Cataluña, Romà Casasanova, obispo de Vic, una de las diez diócesis catalanas, ha querido dirigirse a los ciudadanos, no tanto a las autoridades, para recuperar la paz social y las relaciones personales.
Casanova afirma que “es posible un nuevo futuro donde reinen la paz y la concordia” añadiendo que “los que queremos ser seguidores de Cristo hemos de ser protagonistas, en este momento histórico, siendo artesanos de paz”.
Por ello, ante un hecho que está fracturando a los catalanes, el obispo de Vic asegura que “este es tiempo de construir puentes hacia el otro, de ser cercanos a la familia y amigos”.
“No os alejéis de los que piensan diferente, más bien consideradlos como hermanos”, añade. En su llamamiento, el obispo Casanova anima a “razonar, a tejer el bien común con vuestras ideas en concordia. Como buenos artesanos -para todo hay un tiempo- no busquéis la inmediatez, amad sin límites”.
También el obispado de Lérida ha querido manifestarse al respecto asegurando en un escueto comunicado que “como cristianos de nuestra diócesis y desde la pluralidad ideológica de nuestros fieles y al mismo tiempo desde el mensaje de paz que se desprende del Evangelio y también de las encíclicas papales, manifestamos nuestro apoyo a todas las personas que han estado y están heridas física y emocionalmente y, al mismo tiempo, condenamos todo tipo de violencia”.
Un nuevo futuro es posible, seamos artesanos de paz
Los hechos vividos en estos últimos años y las violencias de los últimos días me llevan a deciros que es posible un nuevo futuro donde reinen, la paz y la concordia.
Por eso, los que queremos ser seguidores de Cristo hemos de ser protagonistas, en este momento histórico, siendo artesanos de paz.
Busquemos sin desfallecer la cultura del diálogo en el respeto y el reconocimiento del otro en su dignidad y en su diversidad de pensamiento. Este es tiempo de construir puentes hacia el otro, de ser cercanos a la familia y amigos.
No os alejéis de los que piensan diferente, más bien consideradlos como hermanos.
Os animo a razonar, a tejer el bien común con vuestras ideas en concordia. Como buenos artesanos -para todo hay un tiempo- no busquéis la inmediatez, amad sin límites.
Eso pide erradicar de nuestro corazón cualquier chispa de odio o rencor. Promover la paz significa decir no a cualquier violencia y, al mismo tiempo, ser portadores del perdón y la misericordia que recibimos de Dios.
Jesús nos dice: amad a vuestros enemigos, orad por los que os persiguen (Mt 5,44). Perdonad así a los que os hayan podido hacer mal. Ponemos nuestra esperanza en cristo, que es la roca que no falla.
Oremos por la paz y la justicia, en el convencimiento de que el único que puede tocar y transformar nuestro corazón es Dios mismo.
Romà, obispo de Vic
Vic, 3 de octubre de 2017